La radiación solar es un riesgo para la salud de los trabajadores. Según el Health Council of The Netherlands, «el riesgo de cáncer de piel de un trabajador al aire libre es cinco veces mayor que el de un trabajador en el interior”. Los empleadores, por lo tanto, deben considerar estos datos proporcionados por el Centro de Prevención de Riesgos del Trabajo (CEPRIT) para evitar los efectos de la radiación en el personal.
Los rayos UV
La radiación ultravioleta (RUV) es una radiación electromagnética cuyas longitudes de onda van aproximadamente desde los 400nm, el límite de la luz violeta, hasta los 15nm, donde empiezan los rayos X (un nanómetro o nm es una millonésima de milímetro). Este tipo de radiación, aunque en cierta forma es beneficiosa, si se excede los límites admisibles por la vida terrestre, puede causar efectos nocivos en plantas y animales, incluida las personas, principalmente, la piel y los ojos.
La radiación solar y la salud
Desde un enfoque clínico, el fotoenvejecimiento es el cuadro más común y se manifiesta en las zonas del cuerpo que están más expuestas al sol (cara, cuello y manos). Allí la piel pierde elasticidad, se hace áspera, se arruga, toma un color amarillo y aparece una
pigmentación irregular con pequeñas manchas oscuras. El desarrollo de cánceres cutáneos también es un riesgo en caso de que el cuadro empeore.
Los ojos también se ven afectados por la radiación. El calor intenso puede lesionar el cristalino, dando lugar a una catarata traumática. La fotoqueratitis sucede cuando la exposición a los rayos UV provoca la aparición de pequeñas ulceraciones en la córnea, además de disminución de la capacidad visual y aumento del ritmo del parpadeo.
Medidas de protección
- Evite la exposición prolongada al sol si le es posible.
- Use protección solar que tenga como mínimo FPS 30.
- Los protectores solares vencidos no tienen efecto protector.
- Colóquese una cantidad generosa de FPS protección solar (mínimo 1 onza) por lo menos 20 minutos antes de exponerse al sol.
- Aplíquese protección solar en las orejas, el cuero cabelludo (si es calvo), los labios, la nuca, el cuello, los pies y las palmas de manos.
- Vuelva a ponerse protección, por lo menos, cada dos horas y cuando transpire mucho.
- Algunos protectores solares pueden perder su eficacia cuando se aplican junto con repelentes de insectos, por lo que se deben aplicar con más frecuencia.
- Use ropa o EPP de un material de tejido cerrado o ropa de protección solar con un FPS alto.
- Use un sombrero de ala ancha.
- Use gafas para sol con protección contra los rayos UV y protección a los lados.
- Tómese descansos en las áreas con sombra.
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