Las herramientas portátiles, aquellas que pueden portarse manualmente, se dividen en herramientas (manuales) portátiles no alimentadas y herramientas portátiles alimentadas.
Herramientas portátiles no alimentadas
Entre las herramientas (manuales) portátiles no alimentadas figuran sierras, martillos, destornilladores, alicates, hachas y llaves. Los mayores riesgos que plantean estas herramientas tienen que ver con su mala utilización o con un mantenimiento indebido. Las herramientas sin filo, por ejemplo, pueden dificultar el trabajo y provocar mayor número de lesiones.
Herramientas portátiles alimentadas
Pueden dividirse en varios tipos, con arreglo a la fuente de alimentación que utilicen: eléctricas (como las sierras circulares y las taladradoras); neumáticas (como los martillos, trituradoras y pistolas de aire comprimido); de combustible líquido (gas) como sierras, hidráulicas (gatos); o pirotécnicas (pistolas grapadoras).
Las herramientas portátiles alimentadas se utilizan en casi todos los sectores. Facilitan la ejecución de tareas que, en otras circunstancias, exigirían un trabajo manual agotador. Sin embargo, pueden causar lesiones graves, por ejemplo en los dedos o en las manos, o en los ojos, si no se emplean o se mantienen correctamente.
Las herramientas rotas (defectuosas), o las que se modifican de manera poco profesional, pueden resultar peligrosas. Por ejemplo, las herramientas eléctricas defectuosas pueden provocar quemaduras y descargas, e incluso la muerte por electrocución. Las herramientas neumáticas pueden ser excesivamente ruidosas y provocar pérdidas auditivas.
Las herramientas portátiles se utilizan de manera intensiva en obras de construcción, por lo que los trabajadores se ven constantemente expuestos a los riesgos que implica su utilización. Según un estudio al respecto, el segundo mayor índice de lesiones por utilización de herramientas manuales no alimentadas se registra en la construcción, solo por debajo de la agricultura. En el caso de los índices de lesión por utilización de herramientas alimentadas, el orden observado fue construcción, agricultura, manufactura y minería. En torno a la mitad de las amputaciones de dedos acaecidas cada año se deben a accidentes en los que intervienen herramientas alimentadas.
De acuerdo con ISSA, la proporción de accidentes con equipos eléctricos portátiles respecto al total de accidentes eléctricos se aproxima a 1:5. Además, la Universidad de Wolverhampton ha observado que en casi una cuarta parte del total de accidentes eléctricos declarables intervienen equipos portátiles. Estos datos concuerdan con los resultados de HSE, según los cuales, en casi una cuarta parte del total de accidentes eléctricos declarables se emplearon equipos portátiles.
Debe prestarse especial atención al mantenimiento de las herramientas portátiles para prevenir y eliminar riesgos. Su control y mantenimiento en obras de construcción constituyen un reto, debido a la naturaleza de estos lugares y porque las herramientas portátiles se transportan con facilidad. También pueden producirse accidentes durante el mantenimiento de herramientas alimentadas en estado defectuoso.
Publicado en la Revista Seguridad Minera nº128.
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