Peligros musculoesqueléticos
El trabajo del agricultor incluye a menudo desplazar cargas excesivas, permanecer mucho tiempo de pie y adoptar diversas posturas fatigosas, como estirarse y flexionarse, todo lo cual puede dar lugar a lesiones y dolores articulares, dorsales y de las caderas.
En las explotaciones lecheras, el ordeño manual se considera la actividad más peligrosa para el sistema musculoesquelético, pues el trabajador se ha de flexionar y agachar entre cuatro y seis veces por vaca. Incluso el ordeño mecanizado supone grandes riesgos musculoesqueléticos, por lo que el diseño de las salas donde se realiza es esencial.
Estos movimientos repetitivos pueden acabar provocando artritis. Las salas de ordeño modernas y bien diseñadas reducen este problema, pues permiten ordeñar varias vacas simultáneamente mientras el trabajador permanece de pie a un nivel inferior al de los animales, sin necesidad de flexionarse. La leche se bombea a un gran contenedor y el trabajador no tiene que transportarla en cubos manualmente. Otras actividades agrícolas que requieren flexiones y torsiones entrañan riesgos similares para los trabajadores. La captura de las aves para transportarlas puede provocar trastornos musculoesqueléticos, pues el trabajador ha de estirarse repetidamente para atrapar a las aves, que oponen resistencia a ser cogidas.
Problemas respiratorios
Los problemas respiratorios que sufren los trabajadores (por exposición al polvo o al amoniaco) obedecen a varios factores, entre los que destacan:
- manipulación de los piensos;
- manipulación del estiércol;
- trabajo en gallineros;
- trabajo en espacios reducidos y atestados;
- limpieza de graneros y silos;
- trabajo en graneros cubiertos de heno.
Se puede reducir la exposición de los trabajadores al polvo orgánico sustituyendo el heno del granero o establo por virutas, cubriendo los silos que contienen pienso y rociando agua para que el polvo se asiente.
Productos químicos
- Los productos químicos tienen muchos usos en la agricultura y se emplean para limpiar zonas, equipos y animales.
- Si se derraman pueden provocar quemaduras cutáneas y si salpican pueden irritar los ojos.
- Los niños pequeños pueden ingerir accidentalmente un producto químico que se haya dejado sin vigilancia o se haya guardado en un recipiente sin etiquetar, o bien, lo que es aún peor, en un frasco etiquetado erróneamente.
- Etiquete siempre las jarras de medir de manera clara, enjuáguelas a fondo tras cada uso y no las deje sin vigilancia.
- Cuando mezcle, almacene o aplique cualquier producto químico, desde un plaguicida a un antibiótico o un producto de limpieza, proceda con cuidado.
- Al rociar o lavar animales con plaguicidas, el trabajador queda expuesto al contacto directo con productos químicos.
Otras cuestiones importantes
- Los suelos de las explotaciones agrícolas suelen estar resbaladizos, y en ellos se producen a menudo resbalones, tropezones y caídas. Asegúrese de:
— mantener los suelos lo más planos posible;
— mantener los peldaños de las escaleras en buenas condiciones;
— mantener las diferentes zonas de la explotación lo más limpias y ordenadas posible. - El trabajo agrícola se prolonga a menudo hasta el atardecer o la noche. Cargar o descargar ganado de noche o desplazarlo por una vía pública es especialmente peligroso. Al trabajar durante las horas de poca visibilidad, los agricultores pueden quedarse atrapados en alambres de espino o cables eléctricos o caerse en una fosa.
- Los agricultores y sus trabajadores son vulnerables al agotamiento por calor, y entre ellos son frecuentes los golpes de calor.
- En algunos países, las estructuras agrícolas antiguas en las que se aloja el ganado pueden contener amianto. El amianto es una sustancia muy peligrosa y cancerígena. Si está en buenas condiciones, los riesgos son mínimos. No retire bajo ningún concepto el amianto usted mismo. Contrate siempre a especialistas en la retirada y la eliminación de amianto.
- Los trabajadores pueden estar expuestos a los elevados niveles de ruido de los tractores, las motosierras y otros equipos (por ejemplo, el bombeo de la leche en las máquinas de ordeño), que alcanzan a menudo los 90 o 100 dB.
- Las explotaciones ganaderas pueden atraer animales salvajes, como lobos y zorros. La instalación de vallas y la adquisición de perros guardianes suelen ser medidas suficientes. El tipo de adiestramiento que reciban los perros guardianes dependerá del ganado que guarden.
Fuente: Guía no vinculante de buenas prácticas dirigida a mejorar la aplicación de las directivas sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores en la agricultura, la ganadería, la horticultura y la silvicultura.
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