Es esencial establecer regulaciones para manejar situaciones de emergencia y accidentes relacionados con el uso de productos químicos en el entorno laboral. La Oficina Internacional del Trabajo (OIT) señala que estas regulaciones deben ser aplicables en cualquier situación y deben cumplir con las normativas establecidas por la autoridad competente o basarse en la evaluación de riesgos. Es primordial que estas disposiciones se mantengan actualizadas en función de nuevas informaciones, como las fichas de datos de seguridad, las experiencias previas con los productos químicos y los cambios en las prácticas laborales.
Los procedimientos en casos de urgencia, continúa la OIT, se debería impartir a los trabajadores formación adecuada con respecto a cada procedimiento pertinente:
a) las disposiciones para dar la alarma;
b) las disposiciones para requerir los servicios de urgencia adecuados, disponibles ya sea en las propias instalaciones o en el exterior de ellas, como, por ejemplo, los servicios de extinción de incendios, o los servicios médicos de urgencia;
c) la utilización de equipos de protección personal adecuados y sus restricciones;
d) las disposiciones para evacuar la zona de trabajo, los locales o el establecimiento, y la localización de salidas de emergencia y los itinerarios de escape;
e) las medidas destinadas a reducir al mínimo los efectos de un incidente, como, por ejemplo, confinar un incendio o contener fugas y derrames, el cierre o parada de emergencia, el traslado, en caso de incendio, de recipientes portátiles que contienen gases, como también aquellas medidas cuya aplicación está explícitamente prohibida en los casos en que puedan entrañar riesgos para las personas;
f) la evacuación de los locales vecinos.
El organismo internacional precisa que, en algunos casos, será necesario establecer medidas de urgencia para hacer frente a incidentes previsibles en actividades laborales realizadas en las proximidades o en establecimientos adyacentes y que puedan afectar a la seguridad en la utilización de productos químicos.
Estos casos vienen a ser actividades como enfriar recipientes u otros contenedores con el fin de descomprimir la sobrepresión, en el caso de incendios en las proximidades, o detener los procesos y dejar las instalaciones y equipos en condiciones de seguridad, en el caso de una emisión accidental de productos químicos que se produzca en una instalación o un local próximos.
Puedes leer la guía completa de la OIT al respecto en este enlace.
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