Con el avance tecnológico, especialmente en el ámbito industrial, han surgido nuevas formas de trabajo que integran robots en aplicaciones colaborativas. Este enfoque combina la precisión y repetitividad de los robots con las habilidades individuales de las personas.
De acuerdo con la «Guía rápida para la compra, instalación y puesta en marcha de un robot colaborativo», hecha por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo de España (INSST), la robótica colaborativa marca una evolución significativa en el trabajo asistido por robots, permitiendo interacciones directas entre humanos y máquinas, algo que era impensable en el pasado. Históricamente, la seguridad se aseguraba mediante barreras físicas o dispositivos que detenían el robot al detectar la presencia humana, pero en la robótica colaborativa, la interacción es posible y requiere un enfoque preventivo diferente.
Desde la perspectiva de la Prevención de Riesgos Laborales (PRL), esta interacción plantea desafíos que van desde el diseño del robot hasta la instalación y la operación en el lugar de trabajo. La presente guía tiene como objetivo orientar a las empresas que consideran la adquisición, implantación y uso de robots colaborativos, abordando la normativa aplicable y definiendo roles y responsabilidades en todo el proceso.
Es crucial destacar que no todos los robots industriales están diseñados para trabajar de manera colaborativa. Los robots colaborativos están específicamente fabricados para permitir interacciones seguras bajo condiciones controladas. Cuando no operan en modo colaborativo, deben tratarse con los mismos estándares de seguridad que los robots convencionales.
Este contexto subraya la importancia de evaluar cuidadosamente las aplicaciones y entornos donde se implementarán los robots colaborativos, asegurando el cumplimiento riguroso de las normativas de seguridad y la capacitación adecuada para los operadores. Este enfoque preventivo no solo mejora la seguridad en el trabajo, sino que también optimiza la eficiencia y la calidad en los procesos industriales.
Grados de interacción con la robótica en el trabajo
- Coexistencia: se da en aplicaciones donde no existe interacción entre la persona y el robot durante el proceso productivo, no comparten el espacio de trabajo, pero trabajan al mismo tiempo en zonas contiguas. El acceso de la persona al espacio de trabajo del robot provoca la parada de éste.
- Cooperación: es el tipo de interacción que se da cuando la persona y el robot comparten un mismo espacio de trabajo, pero en tiempos diferentes. Por ejemplo, cuando tanto la persona como el robot trabajan en una misma pieza de forma sucesiva y en una zona de trabajo compartida.
- Colaboración: esta forma de interacción es la única que permite el contacto entre la persona y el robot, ambos trabajan en el mismo espacio y al mismo tiempo. El contacto es posible y en ocasiones necesario.
Puedes leer aquí la guía completa elaborado por el INSST.
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