El viento es uno de los principales riesgos en las operaciones con grúa. Los expertos en seguridad de Liebherr, con el objetivo de estandarizar la capacitación de los operarios, publicaron una guía sobre las influencias del viento en la operación con estas máquinas. Además de conocer las efectos del viento durante las operaciones, el personal debe estar pendiente que el riesgo no desaparece cuando la grúa no está en uso.
«Pese a su estructura de filigrana, las grúas móviles y grúas sobre orugas también presentan grandes superficies expuestas al viento, incluso sin carga. Las propias plumas en celosía pueden ofrecer unas superficies expuestas al viento de varios cientos de metros cuadrados. Unas longitudes de pluma muy grandes y una base de apoyo compacta hacen que exista un gran peligro potencial si se supera la velocidad del viento permitida», advierten.
Los expertos de Liebherr también señalan el viento desde delante es capaz de volcar la punta de mástil en celosía basculable y la pluma principal hacia atrás. Además, el viento lateral hace que el freno del mecanismo de giro se vea sometido a un esfuerzo excesivo, lo que puede causar un giro no intencionado de la grúa.
La recomendación para evitar estos riesgos es siempre depositar la pluma de la grúa cuando esta quede sin vigilancia durante una interrupción de las operaciones. De no ser posible por la falta de espacio, la grúa deberá llevarse a la posición prescrita por el fabricante. Esta posición solo es segura hasta la velocidad del viento indicada.
«Para determinar la posición y la velocidad del viento máxima permitida, todas las grúas con mástil en celosía de Liebherr y todas las grúas telescópicas de Liebherr que se puedan equipar con una punta de mástil en celosía basculable, deben disponer de tablas de viento», precisan. De no haber esta información, se deberá emplear el valor para la velocidad del viento máxima permitida de la tabla de cargas.
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