La sociedad de clasificación y registradora acreditada internacionalmente Det Norske Veritas (DNV) se ha aliado con 22 compañías mediante la firma de un Memorando de Entendimiento (MoU) para hacer una investigación de la industria sobre cuestiones comunes relativas al amoníaco como búnker alternativo. La iniciativa fue planteada en marco de los objetivos de descarbonización de la Organización Marítima Internacional.
La alianza de DNV está conformada por representantes del sector de energía, minería, electricidad, productos químicos, terminales, transporte marítimo, construcción naval, la fabricación, el abastecimiento de combustible y la clasificación.
Las empresas fundadoras del estudio son ABS, Anglo American, Class NK, DNV, Equinor, FMG, Genco, JERA, K-Line, MAN Energy Solutions, Mitsui E&S Machinery, Nihon Shipyard, NS United, Pavilion Energy, Total Energies, Trafigura, UBE Industries, Uyeno Transtech, Uniper SE, Vale, Vopak Terminal Singapore e ITOCHU ENEX.
Stian Erik Sollied, director del Área Marítima de DNV en Japón, señaló que «la transición a un futuro con bajas emisiones de carbono requiere la colaboración de toda la cadena de valor del transporte marítimo, junto con una apertura para explorar todas las alternativas a los combustibles que emiten emisiones nocivas».
«Cuando se trata del uso del amoníaco como búnker, siguen sin respuesta grandes cuestiones relativas a la seguridad, la disponibilidad y el marco normativo, a pesar del gran entusiasmo que está generando este combustible en la industria. Por lo tanto, DNV se enorgullece de prestar su experiencia al trabajo de este consorcio para tratar de responder a algunas de estas preguntas y, al hacerlo, ayudar a la industria a pasar de la incertidumbre a la confianza», agregó.
La investigación estará dirigida a las evaluaciones de la seguridad del buque de combustible NH3 según las directrices, de la seguridad del abastecimiento de NH3, la especificación del combustible NH3 y la emisión neta de CO2 en la producción de NH3 como parte del marco de estudio conjunto.
La futura adopción del amoníaco como búnker alternativo de cero emisiones sería la solución para reducir las emisiones de CO2 por trabajo de transporte en al menos 40% para 2030 y 50% para 2050. La meta final es eliminar las emisiones por completo durante este siglo.
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