Uno de los mayores problemas de salud a los que se enfrentan los trabajadores en el mundo es el cáncer relacionado con las actividades ocupacionales según la European Agency for Safety and Health at Work (OSHA-Europa). Algunos cánceres típicos relacionados con el trabajo (por ejemplo, cáncer de pulmón y mesotelioma) tienen una alta tasa de mortalidad. La enfermedad generalmente se asocia con un inicio rápido de discapacidad y un alto grado de sufrimiento.
De acuerdo con la Hoja de ruta sobre cancerígenos de 2016, cada año se producen alrededor de 120 000 casos de cáncer relacionados con el trabajo como resultado de la exposición a elementos carcinógenos en la Unión Europea, lo que provoca aproximadamente 80 000 muertes al año.
No obstante, la radiación, el estrés y otros factores relacionados con la organización y las condiciones del trabajo también se han relacionado con el cáncer ocupacional. A esto hay que sumar nuevas investigaciones sobre la exposición a «disruptores endocrinos», como algunos pesticidas, y nanomateriales.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) clasifica los factores cancerígenos en uno de los siguientes grupos: cancerígenos (Grupo 1), probablemente cancerígenos (Grupo 2A), posiblemente cancerígenos (Grupo 2B), no clasificables (Grupo 3) y probablemente no cancerígenos (Grupo 4). En este sentido, los factores del cáncer ocupacional son clasificados como cancerígenos suficientes, probables y posibles.
Toda esta situación motivó a que la Comisión Europea se comprometiera a proteger a los trabajadores del cáncer ocupacional a través de una iniciativa sobre seguridad y salud en el trabajo, específicamente con una revisión a las directivas relacionadas con los límites a la exposición a sustancias químicas comunes que pueden causar cáncer.
Cómo trabajar en la prevención
Las medidas de prevención en las empresas y organizaciones deben basarse en una sólida gestión de la SST. Los objetivos, las responsabilidades, las cualificaciones, la formación y la comunicación son características importantes de dicho sistema de gestión, que debe garantizar una evaluación exhaustiva de los riesgos y la aplicación de las medidas correspondientes.
La evaluación de riesgos debe contar con la participación de los trabajadores afectados, ya que ellos tienen el conocimiento práctico de los procesos de trabajo, las condiciones relacionadas y los agentes y factores en uso. Las medidas preventivas deben derivarse de la evaluación. Sin embargo, dado que las sustancias, agentes, factores y condiciones cancerígenas abarcan un ámbito amplio y a menudo controvertido, se recomienda a las empresas (especialmente a las más pequeñas) que soliciten la orientación de expertos externos, por ejemplo, inspectores de trabajo y médicos del trabajo.
Las medidas específicas que deben seleccionarse dependen en primer lugar del tipo de sustancia/factor: Las sustancias químicas necesitan medidas diferentes que los agentes biológicos, físicos o psicosociales. Los riesgos emergentes, como la exposición a los nanomateriales y los compuestos alteradores endocrinos (EDC), suelen requerir un enfoque de precaución.
La EU-OSHA recomienda que se preste más atención a los cambios en el mundo del trabajo, como el aumento de la subcontratación, el trabajo temporal, los trabajos múltiples, el trabajo en las instalaciones del cliente con posibilidades limitadas de adaptación, el trabajo cada vez más estático, el paso de la industria a los sectores de servicios, el aumento del empleo femenino en ocupaciones expuestas, los horarios de trabajo atípicos y las exposiciones múltiples.
La medida más eficaz es evitar los agentes, factores y condiciones peligrosos o sustituirlos por otros inocuos. Sin embargo, esto puede ser muy difícil en la práctica, especialmente en las empresas más pequeñas.
Soluciones técnicas, organizativas y personales
Las soluciones técnicas incluyen el encapsulamiento y los sistemas de extracción. Sin embargo, los sistemas pueden dañarse, pueden fallar y necesitan ser desconectados para su reparación y mantenimiento. Las soluciones organizativas, como permitir que sólo los trabajadores cualificados lleven a cabo el trabajo y contar con una supervisión estricta, suelen basarse en los equipos de protección individual (EPI).
Los EPI suelen requerir medidas adicionales para aumentar la seguridad. Por ejemplo, los expertos constataron que los soldadores suelen ser reacios a utilizar los respiradores, y los trabajadores a veces desconectan deliberadamente los dispositivos de seguridad. El fomento de un comportamiento seguro requiere un enfoque global: la dirección y los supervisores tienen que dar ejemplo, tiene que haber una cultura de no culpabilización y hay que demostrar una rápida actuación ante las propuestas de retroalimentación.
Puedes hacer clic en este enlace para leer el documento relacionado con el cáncer ocupacional. Allí podrás encontrar información relacionada con los nuevos riesgos emergentes, como los golpes de calor y la radiación no ionizante, así como más información sobre las medidas de prevención y control que aplican para cualquier sector industrial.
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