El liderazgo es clave para la seguridad de los empleados. Por esta razón, el grupo de trabajo ICSI Leadership in safety citó a jefes de equipo que forman parte de la dirección de grandes empresas del sector químico, petroquímico, energético, del transporte, de la construcción, entre otros, para debatir sobre el liderazgo en cuestiones de seguridad.
Cabe precisar que las responsabilidades de los «jefes de equipo» pueden ser más o menos extensas según el contexto, en especial en el campo de los RR.HH., pero siempre se responsabilizan del control operacional del equipo para responder a los objetivos fijados dentro de una misión. Ello son los responsables del proceso de gestión de la seguridad, por lo que gozan de cierto poder en la toma de decisiones y cuentan con reconocimiento de los miembros de sus equipos.
Los debates concluyeron con que los jefes de equipo deben utilizar sistemáticamente los encuentros periódicos para evocar las cuestiones de seguridad, con el objetivo de responsabilizar e implicar a los actores del equipo con los planes de prevención. Es importante confiar a los operarios acciones de mejora continua que se adapten bien a su nivel de responsabilidad.
En lo que respecta al liderazgo, los jefes de equipo deben incitar a los operarios a analizar las causas de las disfunciones observadas y a buscar con ellos soluciones según su nivel de responsabilidad. Además, debe considerar legítimas las preguntas y objeciones de sus operarios.
El jefe de equipo, en este sentido, garantiza el vínculo entre los imperativos del terreno y los objetivos o exigencias fijados por la dirección. «Se apoya en el conocimiento, las competencias de sus agentes en el ámbito de la seguridad para explicar a sus superiores la realidad percibida en el terreno y hacer propuestas argumentadas para que esta sea tenida en cuenta», precisa el grupo.
Como los jefes de turno suelen tener la responsabilidad de coordinar las acciones de los miembros de equipo en situaciones críticas, la recomendación es entrenarse con ellos para ganar su confianza y garantizar el buen desempeño.
«El jefe de equipo se hace cargo del seguimiento de cada nuevo empleado. Desde el momento de su llegada, le corresponde precisar el nivel de exigencia con claridad, pues los malos hábitos son muy difíciles de cambiar. Por otra parte, debe saber utilizar los conocimientos aportados por los diferentes miembros del equipo para la autoformación del grupo», añadieron.
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