Las bomberas/os pueden estar expuestos a diferentes agentes cancerígenos. Sustancias presentes en los gases de la combustión y con efectos carcinógenos demostrados son el benceno, 1,3 butadieno, las dioxinas, el formaldehido, los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs) o los compuestos orgánicos volátiles (COVs) entre otros. Las bomberas y bomberos están expuestos también a diversos tipos de partículas tóxicas como hollín, pero también a metales pesados como plomo, cromo y mercurio presentes en pinturas y disolventes.
• Benceno: Se usa para hacer ciertas gomas, lubricantes, detergentes, medicamentos, tinturas y pesticidas. Es un componente natural del petróleo crudo, gasolina, humo de los cigarrillos y otros materiales orgánicos quemados. En los incendios forestales se genera gran cantidad de benceno de forma natural.
Además de los múltiples y graves efectos que produce a corto plazo, es una sustancia carcinógena para los seres humanos. Además puede afectar a la médula y sistema hematopoyético, el hígado y el sistema inmunitario. En Europa es considerado cancerígeno y mutágeno.
• 1,3-butadieno: La exposición se debe a los humos que salen del tubo de escape de los vehículos y al humo de la combustión de la madera. Los incendios forestales son considerados fuentes naturales de este compuesto en el aire. Se vincula la relación entre la exposición ocupacional al 1,3-butadieno y el aumento de la incidencia de leucemia, de desarrollar cáncer de estómago y del sistema linfático. En Europa es considerado cancerígeno y mutágeno.
• Formaldehido: presente en varias fases o áreas de los incendios, pueden provenir de pinturas, ropa de casa, cubiertas, etc. La IARC (Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer) lo clasifica como carcinógeno Grupo 1 confirmado en humanos. Está relacionado en diferentes estudios con enfermedad de Hodgkin, leucemia, cáncer de cavidad bucal, pulmón, nariz, próstata, hígado, cerebro, colon, piel, riñón y por supuesto, faringe (particularmente nasofaringe).
• Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (HAPs): presentes en los humos de diverso origen, entre ellos destaca el humo de los vehículos de motor diésel. Sus efectos son variados, y algunos se consideran cancerígenos, en particular benzopireno, benzoantraceno y sus metabolitos, especialmente para el sistema respiratorio, aparato digestivo, páncreas y vejiga.
El hollín, que también contiene este tipo de hidrocarburos, está clasificado por la IARC como cancerígeno de tipo 1 (piel, escroto, pulmón). Se relaciona con exceso de mortalidad por cáncer de hígado y esófago.
• Benzopireno: es un PAH potencialmente carcinógeno, considerado como la 9ª sustancia más peligrosa, debido a su potencial tóxico para la salud humana. Se produce durante los procesos de combustión, especialmente cuando las combustiones son incompletas en las grasas, carbón, petróleo e incendios forestales. En Europa es considerado cancerígeno y mutágeno.
• Dioxinas: se forman de manera natural en los incendios forestales y de forma artificial en la quema de materiales que contengan cloro.La IARC las clasificó en el Grupo 1 de cancerígenos. Las dioxinas, una vez ingeridas, se acumulan en los tejidos grasos del cuerpo, donde permanecen durante años. Producen efectos mutágenos y alteraciones del desarrollo de fetos expuestos. Otros efectos son: problemas de la piel, fatiga, enfermedades del hígado y del corazón, etc.
• Dióxido de nitrógeno: se forma como subproducto en todas las combustiones a altas temperaturas, así como en los procesos de combustión de los vehículos. Igualmente, se emplea como agente extintor. El Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional de EEUU (NIOSH) lo considera un sospechoso cancerígeno basado en estudios en animales. También es un irritante para el pulmón.
• Cloroformo (triclorometano): se utiliza fundamentalmente como disolvente de compuestos orgánicos y como componente de algunos extintores de incendios. Se trata de una sustancia con propiedades anestésicas. Además de posible cancerígeno para los seres humanos como efecto a largo plazo, esta sustancia puede causar efectos a corto plazo en el corazón, el hígado, el riñón y el sistema nervioso.
Otros factores cancerígenos
Otros factores de riesgo potencialmente cancerígenos a los que estamos expuestos las bomberas y los bomberos son:
• Humos de motores diésel: están clasificados por la IARC en el grupo 1 como cancerígeno para el hombre.
Los motores diésel expulsan partículas de hollín que contienen más de 1.000 sustancias químicas. Muchas de estas partículas están compuestas principalmente por combinaciones de carbono e hidrógeno y se conocen como hidrocarburos policíclicos aromáticos (HAPS), altamente cancerígenos.
Estas partículas de hollín son invisibles, con tamaños menores de hasta 100 veces una micra y pasan de la zona de camiones a otras estancias del parque: sala de estar, cocina, dormitorios, sala de alarmas, vestuarios, etc. Incluso después de haber desaparecido el olor, estas partí-culas carbonadas de benzopireno (benzol) tienen el tamaño apropiado para introducirse, al respirar, hasta el interior de los pulmones, pudiendo provocar cáncer de pulmón.
• Ciertos materiales de construcción:
– Amianto: se puede estar expuesto al amianto durante el tiempo que se pasa alrededor de un edificio colapsado o en llamas, ya que durante el incendio, los productos que contienen amianto, incluso resistentes al calor pueden llegar a degradarse o descomponerse y sus fibras quedan en suspensión en el aire. Asimismo en el período de revisión, una vez que el fuego está bajo control. También podemos encontrar riesgo de contaminación en los vehículos de bomberas/os y en los mismos equipos bomberas/os que han intervenido.
El colapso del World Trade Center proporciona un ejemplo dramático del problema en la construcción que contiene asbesto. Días después del evento, las muestras de polvo tomadas en las proximidades contenían altos niveles de asbesto, de acuerdo con algunas pruebas gubernamentales y privadas. El asbesto fue encontrado en camiones de bomberos meses después del ataque terrorista.
– Acrilonitrilo: está clasificado por la IARC en el Grupo 2B. Posible carcinógeno para el hombre. Está relacionado con cáncer de colon, pulmón y próstata. Se usa para alfombras, muebles, tubos, en componentes para la construcción.
– Acrilato de etilo: el acrilato de etilo se utiliza en la fabricación de pinturas y en la industria textil y papelera. Grupo 2B: Posiblemente cancerígeno para los humanos según la IARC.
– Isocianatos: provenientes de los poliuretanos encontrados en los colchones para dormir, gomaespuma (foam), tapizados de muebles y pinturas, espuma para techo, etc. Considerados como posibles cancerígenos en humanos por la IARC.
– PCBs: cada vez que una/o bombera/o entra en un sitio de fuego estructural, el potencial para la exposición química PCB es alto. Lámparas antiguas, transformadores electrónicos y la quema en el fuego de los productos de hollín. El hollín contiene PCBs. La IARC ha clasificado a los PCBs como cancerígenos para los seres humanos (grupo 1).
– 1,2,3-tricloropropano: generado mediante la degradación de las sustancias retardantes de las llamas (TRIS). La sustancia fosfato de tris (2-cloroetilo) (TCEP), utilizado como plastificante ignífugo. Los principales sectores industriales que han utilizado TCEP son los de la construcción, los muebles y el textil. El TCEP está clasificado como carcinógeno de categoría 2 y tóxico para la reproducción de categoría 1B en el Reglamento (CE) 1272/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de diciembre de 2008, sobre clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas.
• Trabajo en turnos de noche (alteración del ritmo circadiano): Clasificado por la IARC en el grupo 2A probable cancerígeno en humanos. En esta profesión, tanto por la frecuencia de cambios de turno, como por la realización de trabajo de duración de 12 y 24 horas, se altera el ritmo circadiano.
• Hepatitis B y C: Por la naturaleza de su trabajo, en la actualidad la mayoría de las/os bomberas/os realizan funciones de rescate y atención sanitaria que requieren, en muchas ocasiones, un íntimo contacto con sangre o fluidos corporales, así como importante riesgo de accidente con agujas o instrumentos cortantes contaminados.
Se debe contemplar el colectivo de bomberos como expuesto en razón de la actividad laboral, aunque dicha actividad no implica la manipulación ni el trabajo en contacto o uso deliberado de un agente biológico. En el caso de las/os bomberas/os la exposición es incidental al propósito principal del trabajo, y el protocolo plantea la exposición de los mismos a los agentes biológicos derivados del contacto con personas accidentadas o enfermas, centrándose en: VIH, virus de hepatitis, tétanos y otros.
¿Ya no hay más riesgos?
• Disruptores endocrinos EDC (Endocrine Disrupting Chemicals): Son sustancias químicas capaces de alterar el equilibrio hormonal y la regulación del desarrollo embrionario.
Tienen capacidad de provocar efectos adversos sobre la salud de un organismo o de su descendencia. Entre los EDC reconocidos hasta ahora se encuentran mezclas de:
– Hidrocarburos aromáticos policíclicos, HAPs
– Sustancias organocloradas como PCBs
– Dioxinas
– Ftalatos
• Enfermedades cardiovasculares: Los datos de la Asociación Nacional de Protección contra el Fuego de Estados Unidos muestran que los ataques cardiacos son la causa principal de muertes en acto de servicio de los bomberas/os. La correcta evaluación de los factores laborales incluye la necesidad de valorar:
– Exposición a CO.
– Exposición a hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs)
– El arsénico y el disulfuro de carbono pueden contribuir a la formación de placas de ateroma.
– La exposición a plomo, cadmio y disolventes orgánicos puede contribuir a incrementar la presión sanguínea, lo cual puede afectar indirectamente al corazón.
– El estrés, que supone una influencia para la enfermedad cardiaca. Además, el estrés tiene otra serie de consecuencias sobre los hábitos de vida, como la ingesta mayor de alcohol, inactividad…
– El ruido: como estresor físico se ha demostrado que puede inducir efectos medibles biológicos y psicológicos. Además, en algunos estudios se relaciona con un incremento de la enfermedad coronaria. Otros estudios demuestran un incremento pequeño, pero medible del riesgo de enfermedad cardiaca. Se sugiere que las alarmas incrementen su volumen gradualmente en lugar de iniciar su sonido con un volumen muy elevado.
– La exposición a temperaturas extremas también afecta a la presión arterial.
• Alteraciones respiratorias: El daño más común que se deriva de la inhalación de irritantes durante el trabajo de extinción de incendios es la afectación de la función respiratoria. Estos efectos son difíciles de detectar por las pruebas habituales realizadas en los reconocimientos médicos, requiriéndose la realización de espirometrías anuales y estudios a largo plazo.
Mientras que los efectos agudos están bien estudiados, los crónicos son más difíciles de valorar. La profesión de bombera/o está reconocida como ocupación de riesgo para desarrollar un asma ocupacional, derivada de la exposición a diversas sustancias tóxicas presentes de forma habitual en los incendios, tales como determinados ftalatos, PVC y otros compuestos.
En todo caso, algunas estadísticas disponibles muestran la presencia de enfermedades pulmonares como una parte importante (hasta el 23.3%) de las patologías de origen profesional de los bomberos.
• ¿Qué pasa con las bomberas?: Muy pocos estudios han examinado el riesgo de cáncer de los órganos femeninos, incluyendo el cáncer de mama, en bomberas. Aún queda por estudiarse la exposición a un gran número de sustancias químicas en el ambiente de trabajo y su efecto sobre el riesgo de cáncer en la mujer.
Estudios ocupacionales en mujeres
Formaldehido. La mayoría de los estudios de exposición al formaldehido en el lugar de trabajo y el riesgo de cáncer se han llevado a cabo en hombres. Dos estudios de mujeres expuestas a formaldehido han demostrado un riesgo más alto de desarrollar o morir de cáncer de mama.
Benceno. Varios estudios, con un gran número de sujetos, han revelado un riesgo más alto de cáncer de mama en mujeres expuestas a altos niveles de benceno usado como solvente orgánico en el trabajo. Es necesario llevar a cabo más estudios para determinar si la inhalación de benceno en otras profesiones afecta el riesgo de cáncer de mama.
Estudios en animales de laboratorio. Las siguientes sustancias químicas son capaces de inducir tumores de las mamas en estudios a largo plazo en ratas y ratones. Todas estas sustancias químicas pueden ser generadas en diversas situaciones durante un incendio: benceno, 1,2,3-Butadieno, Isopreno, Cloruro de metileno, 1,2,3-Tricloropropano, 2,4-Toluendiamina, Toluen-2,4-diisocianato, Toluen-2,6-diisocianato.
Fuente: Exposición de las bomberas y los bomberos a sustancias cancerígenas durante el trabajo
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