El detector de gas debe configurarse para alarmar a un nivel lo suficientemente bajo como para garantizar la salud y la seguridad de las personas, pero lo suficientemente alto como para evitar falsas alarmas. Es probable que las falsas alarmas sean causadas por fluctuaciones en la salida del sensor debido a cambios ambientales (por ejemplo, temperatura ambiente, presión o humedad), sensibilidad a otros gases o vapores, o deriva del sensor. Si las falsas alarmas son un problema, entonces una opción es usar dos detectores: el nivel de alarma debe ser registrado por ambos detectores antes de que se active la alarma.
Al determinar los niveles de alarma requeridos para los sistemas fijos de detección de gas, se debe tener en cuenta lo siguiente:
- El estándar y recomendación de la industria;
- El límite inferior de explosión del gas o vapor;
- El tamaño de la fuga potencial y el tiempo para llegar a una situación peligrosa;
- Si el área está ocupada;
- El tiempo requerido para responder a la alarma;
- Las acciones a tomar después de la alarma;
- La toxicidad del gas o vapor.
También debe incorporarse un margen de seguridad adecuado para tener en cuenta los puntos muertos de ventilación, donde podrían acumularse los vapores, y la variabilidad de la ventilación natural. Una opción es establecer dos niveles de alarma. La alarma inferior podría actuar como una advertencia de un problema potencial que requiere investigación. La alarma más alta podría desencadenar una respuesta de emergencia, como la evacuación o el apagado, o ambos. Para fines de detección de fugas (es decir, no monitoreo del proceso), el primer nivel de alarma debe establecerse lo más bajo posible, preferiblemente no más del 10% del límite inferior de explosión (LEL). El segundo nivel de alarma no debe ser más del 25% LEL.
Si se instalan detectores de gas como parte del proceso donde se espera una atmósfera inflamable (por ejemplo, un horno de evaporación de solventes), los niveles de alarma deben tener en cuenta las condiciones normales de operación y la concentración máxima de operación segura del equipo. El fabricante debe especificar los niveles de alarma, que podrían ser de hasta un 50% de LEL dependiendo del diseño del equipo. Si se cambia el solvente, se deben realizar verificaciones para asegurarse de que el sistema de muestreo, los detectores y los niveles de alarma sean adecuados para el nuevo solvente.
Se puede establecer un nivel de alarma en la mayoría de los detectores de gas portátiles modernos. A menudo, el nivel se establece en 10% LEL, pero los factores anteriores y las recomendaciones del fabricante deben tenerse en cuenta.
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