Todos los empleadores deben llevar a cabo de antemano medidas de evaluación del riesgo y velar por que su lugar de trabajo cumpla estrictos criterios en materia de seguridad y salud, a fin de minimizar el riesgo de exposición de los trabajadores al COVID-19, señala la OIT.
Sin esas medidas de control, los países corren un riesgo muy elevado de que se produzca un repunte del virus. La aplicación de las medidas adecuadas contribuirá a mitigar el riesgo de una segunda ola de contagio en el lugar de trabajo.
Las medidas de control de riesgos deben adaptarse específicamente a las necesidades de los trabajadores que llevan a cabo una labor de primera línea frente a la pandemia. Entre ellos se encuentran los trabajadores sanitarios, las enfermeras, los médicos y el personal de urgencias, así como las personas que trabajan en comercios minoristas de alimentos y en los servicios de limpieza.
La OIT ha subrayado asimismo las necesidades de los trabajadores y las empresas más vulnerables, en particular en la economía informal, así como de los migrantes y los trabajadores domésticos. Las medidas para proteger a esos trabajadores deberían incluir, entre otras, actividades de capacitación y formación sobre prácticas de trabajo seguras y saludables, el suministro gratuito de equipos de protección personal, de ser necesario, el acceso a servicios públicos sanitarios y la provisión de medios de subsistencia alternativos.
Con objeto de garantizar un retorno al trabajo de forma segura y evitar nuevas interrupciones en el futuro, la OIT recomienda:
- analizar los peligros y evaluar todos los riesgos de contagio en relación con los procesos de trabajo, y proseguir esa evaluación después de que haya tenido lugar la reincorporación al trabajo.
- aplicar medidas de control de riesgos adaptadas a cada sector y a las características específicas del lugar de trabajo de que se trate. Entre esas medidas cabe destacar:
- la disminución de la interacción física entre trabajadores, contratistas, clientes y visitantes, y el mantenimiento del distanciamiento físico si se producen interacciones;
- el aumento de la ventilación en el lugar de trabajo;
- la limpieza periódica de superficies, a fin de garantizar la desinfección e higiene del lugar de trabajo, y el suministro de instalaciones adecuadas para el lavado de manos y la higienización.
- la entrega de equipos de protección personal a los trabajadores, de ser necesario sin costo alguno.
- establecer disposiciones relativas al aislamiento de personas susceptibles de haberse visto contagiadas y al análisis de otras personas con las que hubiera podido estar en contacto;
- brindar apoyo en materia de salud mental a los miembros del personal; y
- ofrecer actividades de capacitación y formación e información sobre salud y seguridad en el trabajo, en particular en relación con prácticas higiénicas adecuadas y la implantación de controles en el lugar de trabajo (incluidos equipos de protección personal).
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