Los trabajos en altura no perdonan errores. Ya sea en construcción, mantenimiento, minería o agricultura, cualquier fallo —por mínimo que parezca— puede costar una vida. Así lo dejó claro el ingeniero Marcos Colonia Romero, especialista en Seguridad y Salud en el Trabajo, durante su Charla SSOMA.
Con más de 15 años de experiencia en sectores de alto riesgo, Colonia ofreció una exposición contundente: técnica, crítica y humana, en la que abordó todo lo que debe saberse sobre prevención en trabajos en altura.
El riesgo no está en la altura… sino en la improvisación
Desde el uso de andamios inseguros hasta «soluciones creativas» como escaleras apoyadas sobre camiones o plataformas de madera inestables, Colonia advierte sobre una realidad alarmante:
«La creatividad sin control es uno de los mayores enemigos de la seguridad.»
Y lo dice con conocimiento de causa. Basta caminar por una obra informal para ver la abundancia de actos inseguros: estructuras hechizas, EPP inadecuado, falta de barandas o líneas de vida.
Normas que salvan vidas
Aunque muchas empresas cumplen las normas mínimas, el ingeniero recalca que estas deben ser el piso, no el techo. Entre las principales que rigen los trabajos en altura están:
- G050 (Perú): base legal nacional en construcción.
- OSHA 1926 (EE. UU.): guía en estándares internacionales.
- ANSI Z359 y EN C95: sobre EPP contra caídas.
- NTP CP40-034: norma peruana específica para protección individual.
Además, recuerda que en Perú, el trabajo se considera «en altura» a partir de 1.80 metros, aunque muchas empresas prudentes ya aplican protocolos desde 1.50 metros.
Plataformas y andamios: no todo vale
Colonia explicó los distintos tipos de estructuras temporales usadas en altura: andamios, plataformas, balsos, rampas. Pero advirtió que muchas veces se usan materiales no certificados o en mal estado.
Algunas recomendaciones clave:
- Evitar maderas defectuosas o plataformas sin barandas.
- Supervisar el montaje y desmontaje por personal capacitado.
- Usar arriostres y fijaciones estables, evitar improvisaciones con ladrillos o bloques.
- Nunca usar montacargas como elevador de personas (es antinorma y peligroso).
Arnés ≠ salvavidas automático
Uno de los mitos más comunes es creer que «ponerse el arnés» basta. Falso. El sistema anticaída debe incluir tres elementos:
- Arnés certificado de cuerpo completo.
- Línea de enganche con amortiguador.
- Punto de anclaje seguro y verificado.
«El arnés sin línea de vida ni punto de anclaje no salva a nadie. Es como llevar cinturón en un auto sin estar atado al asiento.»
También subraya que en alturas menores a 1.80 m se deben usar líneas sin amortiguador, para evitar que el impacto de apertura provoque una caída innecesaria.
Capacitación, supervisión y cultura
La gestión del riesgo no es solo técnica, es humana. Colonia insistió en la necesidad de:
- Formar trabajadores y supervisores en el uso correcto de equipos.
- Establecer rutinas de inspección y mantenimiento preventivo.
- Rechazar la informalidad incluso en pequeñas tareas.
- Crear una cultura de seguridad donde la vida valga más que la producción.
Tecnología que salva
La charla también destacó avances tecnológicos aplicables en trabajos en altura:
- Sistemas retráctiles de enganche.
- Líneas de vida portátiles con anclaje a presión.
- Entrenamientos en realidad virtual.
- Drones y sensores para monitoreo en tiempo real.
«Cuando improvisas con un andamio o amarras una escalera con sogas, no estás ahorrando dinero, estás comprando un accidente.»
La gestión de riesgos en altura no es opcional ni burocrática: es una inversión directa en la vida de quienes construyen, reparan y mantienen nuestro mundo.
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