Los espacios confinados son áreas en las que un trabajador debe desarrollar trabajos y cuyas características ofrecen riesgos para la seguridad y salud del mismo. Estos riesgos principalmente son debidos a la existencia de atmósferas y entornos peligrosos, que les hace susceptibles de localizarse en el interior enfermedades de tipo profesional tales como disfunciones térmicas, asfixia por falta de oxígeno y accidentes por caídas, atrapamientos, contactos con sustancias tóxicas y sobre todo, con peligro de aplastamiento por desprendimientos, movimientos de subsuelo por torrentes de agua, etc.
El trabajador que desarrolle trabajos de inspección, mantenimiento, limpieza o cualquiera otra actividad que entrañe riesgos en un espacio confinado debe tener conciencia de los riesgos asociados y tomar las siguientes precauciones:
- Estudiar el plano de las instalaciones para planificar y asegurarse la entrada y salida en condiciones de seguridad.
- Recabar toda la información necesaria sobre el espacio confinado y las medidas de prevención y protección tomadas en el mismo.
- Recibir el adiestramiento sobre la actuación en caso de emergencia.
- Conocer los peligros y riesgos específicos del espacio confinado para que esté completamente capacitado para reconocer condiciones inseguras y tomar decisiones para evitar los incidentes.
- Informar a sus superiores sobre los peligros detectados en el espacio confinado y comprobar que se han tomado las medidas adecuadas según las condiciones encontradas.
- Solicitar la realización de una prueba de control de atmósfera con un equipo calibrado, si el espacio confinado está sujeto a perturbaciones cuando se encuentra aislado.
Evaluación y gestión de riesgos
La evaluación de los riesgos por la presencia de espacios confinados se debe realizar comprobando si existen espacios confinados, sus características y la posibilidad de que los trabajadores puedan necesitar entrar en ellos. Si es posible eliminar el espacio confinado, habrá que hacerlo. Si la eliminación no es posible, deberá implantarse un programa de seguridad en el que se analicen los riesgos prioritarios y se tomen medidas para evitar los accidentes.
Se pueden seguir los siguientes pasos: comprobación de la necesidad de acceso y los riesgos; identificación de los riesgos y evaluación; establecimiento de medidas preventivas; sistematización, preparación personal y coordinación; implantación y seguimiento.
La gestión de espacios cerrados se basa en minimizar los riesgos y comparte el siguiente protocolo: conocer si existe algún espacio cerrado en nuestro entorno que pueda ofrecer peligros; establecer los límites de acceso; llevar a cabo una evaluación de riesgos; definir las competencias de los trabajadores que puedan acceder al interior; establecer medidas de procedimiento adecuadas y suficientes; definir planes de emergencia en caso de accidente; informar a los trabajadores sobre los espacios cerrados y los riesgos que se generan en ellos, incluidas las vías de acceso y salida, la evacuación, etc.
Identificación de peligros
La identificación de peligros en el lugar de trabajo es una de las actividades esenciales del proceso de evaluación del riesgo y de la protección del trabajador. Con respecto a los trabajadores de espacios confinados, es necesario aplicar las técnicas y desmenuzar la identificación de peligros específicos que podría albergar este tipo de recintos para poder tomar aquellos métodos de control y protección necesarios que eviten o controlen dichos peligros.
Los espacios confinados pueden contener una o una combinación de los siguientes peligros:
Falta o disminución de la concentración de oxígeno: el aire atmosférico es esencialmente una mezcla del 21% de oxígeno, 78% de nitrógeno y 1% de otros componentes. La falta de oxígeno puede ser debido a la manipulación inadecuada de productos o materiales que den lugar a reacciones químicas que disminuyan el oxígeno (oxidación) o a la desplazamiento por gases inertes que reemplacen al oxígeno del aire.
Presencia de atmósfera inflamable o explosiva: se conoce como atmósfera explosiva cuando el contenido de la mezcla de gases y vapores alcanza una franja gama, es decir, un límite superior e inferior de explosión.
Evaluación y control de riesgos
El procedimiento de trabajo en espacios confinados debe considerar:
- Identificación de la zona como zona confinada: se identificará claramente mediante carteles las zonas peligrosas en las que se puede originar riesgo de atrapamiento y/o asfixia.
- Formación e información a los trabajadores: formar e informar a los trabajadores en materia de espacios confinados y adaptar sus capacidades a los trabajos que van a desempeñar.
- Comprobación del número de personas en los trabajos: el número de personas que participen en los trabajos deberá ser el mínimo necesario para desarrollar dichas tareas, comprobando haber adoptado medidas para garantizar una intervención segura.
- Documentación previa a los trabajos: se entregará toda aquella información disponible por parte del cliente (planos, fotografías, instrucciones de trabajo, modos seguros de trabajo a realizar en las instalaciones). Objetar todas aquellas situaciones de no disponibilidad de información que conlleve un riesgo importante. Informar sobre la identificación y los riesgos existentes en los espacios confinados y los establecidos en el procedimiento.
- Evaluación y gestión de riesgos: antes de iniciar los trabajos, uniformar las variables del entorno a vigilar y los indicadores que alertarán sobre la acumulación del gas. Por cada espacio confinado se habrá realizado un análisis de los riesgos existentes, teniendo en cuenta los riesgos asociados al trabajo, conocimiento del medio y vigilancia de los niveles de oxígeno y gases respiratorios. Notificar a los equipos de emergencia si se van a realizar trabajos en el espacio.
A continuación se fijarán las medidas tendentes a evitar los riesgos derivados de la presencia de la atmósfera peligrosa, la liberación de sustancias peligrosas y la dificultad de evacuación:
Para evitar la presencia de atmósferas peligrosas: ventilación para desplazar/confinar el posible riesgo; determinaciones periódicas del estado de la atmósfera; formación del trabajador.
Para evitar la liberación de sustancias peligrosas: minimizar su presencia o generarlas lo más cercana posible a la superficie a ocupar; uso de métodos de trabajo y tecnologías que impliquen un menor riesgo o dificultad para contener y controlar los productos diversos existentes o el riesgo potencial derivado; uso de medios de contención/protección para evitar que los productos diversos existentes entren en contacto.
Para evitar los riesgos derivados de la dificultad de evacuación: programa de vigilancia y control; equipos de autosalvamento; establecimiento de un programa de rescate adecuado con medios propios o ajenos si está previsto el acceso a personas.
En cualquier caso se aplicará la normativa general sobre el uso de equipos de trabajo y protección individual en espacios confinados. Asimismo, se deberán respetar las premisas contenidas en la planificación de la auditoría específica de espacios confinados.
En la actividad se incluirá entrenamiento de los posibles rescatadores y se preverán medios de comunicación entre los trabajadores que intervienen en la operación. Se especificará el procedimiento para la realización de pruebas de comprobación periódicas previa a la entrada en operación y esas pruebas serán programadas por escrito.
Supervisión y monitoreo de condiciones
Una persona entra y trabaja en un espacio confinado con la aprobación de un supervisor, quien es el responsable de mantener el espacio seguro y comunicado con el exterior. Durante el período de entrada de personal y de la realización de un trabajo, el supervisor debe:
- Asegurarse de que el procedimiento estándar de operación para ingreso y trabajo en el espacio confinado es seguido. Monitorear, entrenar y dotar de vestimenta de entrada.
- Hacer una verificación personal del equipo detector cada dos horas.
- Mantener comunicación con los operadores de los equipos detectores, si los hubiere.
- Comunicar alarmas sólo en caso real. No establecer dos comunicaciones simultáneas con los equipos exteriores ni evitar responder. Verificar que exista la comunicación antes de la entrada o puesta en marcha del trabajo.
- Permanecer en lugar visible y accesible a cualquier hora del día o la noche.
- Entregar la supervisión del espacio a la guardia de turno tiempo completo, nunca a quien le toca relevo.
Durante el período de trabajos dentro del espacio, el supervisor debe verificar que los trabajadores que realizan operaciones específicas, establezcan y asuman plenamente las medidas extremas y uso adecuado de los equipos. Además, deben comprobar que exista la debida valoración del riesgo y la determinación de medidas de control.
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