Ante la situación de alarma como consecuencia del Coronavirus y el impacto que está sufriendo la cadena de suministro sanitaria, se están promoviendo desde las administraciones, empresas y sociedad civil, multitud de iniciativas para colaborar y mitigar los efectos de la pandemia a nivel sanitario y económico.
En esta misma línea, el siguiente documento responde a la situación de crisis e incertidumbre con el objetivo de incentivar la colaboración entre los distintos actores e incrementar el apoyo para establecer acuerdos y estrategias que garanticen la calidad y el nivel de servicio logístico en el sector sanitario.
El desarrollo de este documento se estructura en torno a tres ejes:
- Aseguramiento de los flujos logísticos de abastecimiento.
- Requisitos mínimos de calidad para suministro de productos sanitarios.
- Recomendaciones preventivas a toda la cadena de transporte para la entrega segura e higiénica de productos a establecimientos sanitarios.
Aseguramiento de los flujos logísticos de abastecimiento
El vertiginoso aumento generalizado de demanda para productos y servicios básicos sanitarios se debe a tres factores: la alta competencia internacional por los suministros, la poca disponibilidad de fuentes de aprovisionamiento a nivel doméstico (nacional y comunitario) y la falta de stock en los puntos de consumo.
Esto ha derivado en un significativo desabastecimiento o un aumento descontrolado de los precios para ciertos materiales. Como consecuencia, se ha incrementado la búsqueda de fuentes de suministro alternativo, que se hace compleja por la dificultad de agilizar trámites de homologación de productos y los estrictos procedimientos que marca la ley de compra pública.
Adicionalmente, se ha producido un incremento de la demanda de servicios logísticos y transporte para el ámbito sanitario, que se está supliendo en muchos casos, con recursos ociosos de otros sectores de actividad.
Requisitos mínimos de calidad para suministro de productos sanitarios
Ante la escasez de ciertos productos esenciales para la prestación de la atención sanitaria, como EPI, respiradores y otros dispositivos asistenciales y la necesidad, por la emergencia de acudir a fuentes de aprovisionamiento alternativas a las habituales, se establecen las siguientes pautas y recomendaciones en torno a los requerimientos mínimos de calidad y los procesos de homologación para su posible adquisición:
Recomendaciones preventivas a toda la cadena de transporte para la entrega segura e higiénica de productos a establecimientos sanitarios
El transporte de mercancías a establecimientos sanitarios, catalogado como actividad crítica en situaciones de emergencia para el suministro de bienes y servicios para la protección de la salud pública, debe desarrollarse de manera que quede completamente garantizada su seguridad, higiene y continuidad.
A estos efectos, se requiere que, durante todas las actividades realizadas en la cadena de transporte de dichos suministros, incluyendo fábricas, almacenes, centros logísticos, medios de transporte y otras instalaciones necesarias hasta llegar a los establecimientos sanitarios, se asegure y garantice tanto la protección con EPI´s del personal que participa en las actividades de manipulación, almacenaje y transporte, como las condiciones higiénicas de la mercancía.
Para este fin, se establecen las siguientes recomendaciones:
CONSIDERACIONES GENERALES
- El transporte de distribución, los operadores de transporte y las plataformas logísticas deben disponer de un protocolo de limpieza y medidas de protección efectivos aplicables a los transportistas y al material que distribuyen, por lo que se propone establecer una serie de pautas preventivas para las entregas de suministros a dependencias sanitarias.
- En los casos específicos en los que se decrete el confinamiento de una zona concreta sería necesario establecer un protocolo específico para conductores y vehículos de transporte.
ANTES DE LA CARGA DE MERCANCÍAS PARA EL TRANSPORTE
- Envío telemático de los protocolos de seguridad de la empresa antes de la llegada del transportista.
- Prohibición del acceso indiscriminado a personal ajeno a los almacenes, limitándose a casos extraordinarios su paso.
- Establecimiento de las medidas de protección de los transportistas y personal del almacén de acuerdo con los protocolos indicados previamente.
- Verificación de producto y embalaje y desinfección de la carga mediante aerosol. • Evitar cargas conjuntas de productos diferentes.
- Agilizar, en la medida de lo posible, el proceso de carga de mercancías.
- Asignación de un área de acción respetando las distancias mínimas de seguridad entre personas, en el caso de que la carga del camión sea realizada por el propio transportista.
DURANTE EL TRAYECTO
- Evitar la apertura de la carga y las temperaturas extremas.
- Ubicar la carga preferentemente en destino final para minimizar la manipulación.
EN LA OPERACIÓN DE DESCARGA
- Protección del personal de descarga de acuerdo con protocolos y ser diferente al personal encargado del transporte.
- Fomento del intercambio electrónico de documentación de la mercancía, evitando en la medida de lo posible el contacto físico entre personas.
- Retiro de los embalajes de la carga con los medios de protección adecuados y eliminación en los contenedores correspondientes.
DESPUÉS DE LA OPERACIÓN DE DESCARGA Y TRASLADO A PUNTO DE SUMINISTRO
- Limpieza de carros de materiales usados en el transporte.
- Desinfección de la maquinaria y equipos de manutención utilizados.
Conclusiones y Recomendaciones Finales
A continuación, indicamos un resumen de las principales conclusiones y propuestas planteadas para mejorar los procesos, operativa y resultados actuales en la gestión y abastecimiento del material sanitario durante el estado de emergencia y una serie de recomendaciones para su puesta en marcha a medio/largo plazo para eliminar las ineficiencias del sistema identificadas y poder hacer frente a nuevos episodios de parecida naturaleza con una respuesta más rápida, coordinada y eficaz:
- Monitorizar de forma constante la situación ante la posibilidad de que se agrave la situación respecto a la expansión del virus, con el fin de mantener la continuidad ante la falta de recursos y personal.
- Analizar la situación desde el inicio para tomar las medidas de contención en casos futuros (establecer reservas estratégicas ante situaciones de crisis, definir protocolos de actuación, planes de contingencia, etc).
- Considerar la redefinición de proveedores utilizados, identificando alternativas deslocalizadas para limitar el riesgo de desabastecimiento en situaciones de emergencia y crisis que afecten a la cadena de suministro.
- Integrar la actividad de fabricación 3D con recursos propios o externos como proveedores habituales en las áreas logísticas sanitarias, especialmente ante urgencias y roturas de stock.
- Seguir la tendencia que viene marcada por la integración y centralización de servicios y estandarización de procesos y catálogos que permite alcanzar una visión global de la cadena de valor sanitaria y una mayor eficiencia.
- Promover y apostar por una filosofía de colaboración a la par que se desarrollan herramientas para tal fin. Establecer acuerdos y estrategias de colaboración entre los diferentes agentes del sector, favoreciendo el intercambio de información, una planificación conjunta y promoviendo la integración y coordinación entre cliente y proveedor.
- Realizar un análisis del proceso de compras de material sanitario bajo la nueva Ley 9/2017 de 8 de noviembre de Contratos del Sector Público y las implicaciones en su eficiencia, dado que esta función es una de las que más recursos consume y es prioritario analizar los procedimientos con el objetivo de agilizarlos y estandarizarlos a la par que se incluyen cláusulas logísticas en la contratación y una centralización de determinados procesos de compras.
- Mejorar la visibilidad de los riesgos de las redes mediante el intercambio de información y la elaboración de instrumentos normalizados de evaluación y cuantificación de los riesgos.
- Asegurar que los riesgos de la cadena de suministro y el transporte se evalúen como parte de los procesos de adquisición, gestión y gobernanza.
- Mejorar la comunicación de los riesgos antes y después de las interrupciones para crear un debate más equilibrado entre el sector público y privado.
- Mejorar la compatibilidad internacional e interinstitucional de las normas y programas de resiliencia.
- Establecer Planes de Contingencia, a la par que se aumenta el grado de preparación mediante la adquisición de todos los recursos necesarios, la capacitación de los profesionales de la salud y otros interesados, incluidos los proveedores de servicios logísticos, para reaccionar ante las emergencias de acuerdo con los establecido previamente.
- Estudiar e implementar las Mejores Prácticas Sectoriales. Analizar casos de éxito adoptados por entidades sanitarias e incluso de otros ámbitos de la cadena de suministro con casuísticas operativas similares que permitan identificar soluciones a problemas detectados en la función logística sanitaria.
- Fomentar la transformación digital en los procesos logísticos de la cadena de suministro sanitaria, evolucionando los que aún son analógicos y manuales a digitales. Así como, estandarizados y automatizados para evitar las soluciones reactivas provocadas por la falta de fiabilidad en los datos, conectividad entre los agentes y visibilidad de la cadena. De esta forma, se conseguirá una trazabilidad total de todos los suministros y responder con rapidez y eficiencia en todas las situaciones.
- Desarrollo profesional de la función logística. Continuar avanzando en la formación del personal logístico sanitario a la par que se identifican las necesidades reales en cada área, permitiendo adquirir el conocimiento y competencias necesarias para ofrecer el máximo servicio al paciente.
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