Intoxicación es el efecto consecutivo a la introducción en el organismo de una sustancia tóxica. Especialistas de la Mutua MAZ de España consideran como tóxicos todos aquellos productos que, una vez absorbidos, son capaces de alterar en un sentido nocivo, las funciones vitales del organismo.
Actualmente, el número de intoxicaciones va en aumento. Ello es debido al incremento del contacto diario con multitud de nuevos productos químicos que tiene lugar en países desarrollados. Este contacto se puede observar tanto en los productos de uso casero, uso farmacológico, así como en los utilizados a nivel industrial. Sin olvidar que muchos de ellos pueden ser utilizados con fines suicidas.
Un punto importante a tener en cuenta es el hecho de que las dos terceras partes de las intoxicaciones que se producen corresponden a niños menores de cinco años.
Para que una sustancia ejerza su acción tóxica sobre el organismo, debe ser absorbida. Su penetración puede realizarse por distintas vías. Fundamentalmente son:
- Digestiva (intoxicación por ingestión).
- Pulmonar (intoxicación por inhalación).
- Cutáneomucosa (intoxicación por inoculación).
La vía más corriente de introducción del tóxico, en el organismo, es la vía cutánea.
Una vez ingresado el tóxico en el organismo a través de cualquier vía, es posible el desarrollo de su acción nociva mediante diversos mecanismos de transformación y excreción de sustancias extrañas de que dispone.
Primeros auxilios
La Mutua MAZ recomienda que, ante un intoxicado, debemos seguir los siguientes puntos:
- Identificar el tóxico.
- Evitar la absorción del tóxico.
- Neutralizar el tóxico o bien favorecer su eliminación.
- Combatir los síntomas que amenazan la vida.
1. Identificar el tóxico
En primer lugar debemos tratar de averiguar a través de informaciones de los compañeros, familiares o incluso del intoxicado, si está consciente, con qué producto o sustancia ha estado en contacto y su cantidad. En muchos casos, el hallazgo de frascos vacíos de medicamentos o bien datos relativos al ambiente (escape de gas, humos, etc.) nos pueden servir de orientación.
Hay que resaltar que sólo existen antídotos para una cantidad relativamente pequeña de venenos. El antídoto sólo se administrará en el caso de que se mantengan en buen estado las funciones vitales. La mayoría de las informaciones sobre las medidas de primeros auxilios y antídotos, que aparecen en los folletos de los productos comerciales, es notoria por su inexactitud.
2. Evitar la absorción del tóxico
Cada intoxicación tiene un tratamiento diferente, siempre condicionado por el tóxico que la ha producido. Pero en general debemos, en primer lugar, evitar su absorción a través de las vías que hemos visto anteriormente:
- A) Por vía digestiva: Intoxicaciones producidas generalmente por tomar alimentos en malas condiciones o bien ingesta accidental de un producto del cual no se sospecha su toxicidad. En general, la pauta que seguiremos es la siguiente:
- Provocar el vómito. Es la medida de elección a realizar sobre la persona intoxicada.
- No se debe provocar el vómito:
- Si el intoxicado está inconsciente.
- Si tienen convulsiones (por el peligro de una aspiración del vómito y broncoespasmo, que producirán asfixia).
- Si se han ingerido productos cáusticos o ácidos, por peligro de perforación.
- Si se ha ingerido petróleo o derivados u otros productos muy volátiles.
- En lactantes menores de 6 meses (no tienen los reflejos maduros).
- En intoxicaciones por productos que tienden a producir coma (barbitúricos de acción corta) rápidamente o convulsiones (propoxifeno, alcanfor, isoniacida, estricnina) en menos de 30 minutos.
- Si se sospecha la existencia de cuerpos extraños en vías aéreas.
Se considera que un vómito efectivo proporciona resultados superiores a los obtenidos, mediante la realización de un lavado gástrico. En caso de urgencia se puede realizar una provocación del vómito por medios caseros, bien mecánicos (estimulando el paladar, en especial la campanilla) o bien con agua jabonosa o mostaza. El agua salada no se aconseja por haber causado cuadros de hipernatremia fatal.
Con estos métodos, el vaciamiento gástrico realizado es parcial (alrededor del 30 al 50%).
Solamente conseguiremos realizar un vómito eficaz mediante la administración de jarabe de ipecacuana o apomorfina.
- Lavado de estómago. Hay que realizarlo antes de que transcurran más de tres horas desde la ingestión del tóxico. Este tratamiento se realiza solamente por el médico o una persona especializada.
Para ello se usa agua, purgantes salinos o aceites de ricino. Se utiliza un tubo especial que se introduce a través de la garganta hasta el estómago.
El lavado de estómago está contraindicado en casos de:- Ingestión de cáusticos o ácidos (perforación de estómago).
- Convulsiones incontroladas (peligro de aspiración).
- Intoxicación por productos de destilación del petróleo.
- Coma.
- Disritmias importantes no controladas.
- Algunos casos de hematemesis.
- B) Por vía cutánea: La medida fundamental es el lavado meticuloso de la piel o mucosa con abundante agua durante 30 minutos, por lo menos.
Si la exposición es extensa, colocar a la persona bajo una ducha, lavar el cabello con champú, limpiar las uñas y el ombligo e irrigar bien los ojos. - C) Por vía pulmonar: La primera acción es la de separar a la persona intoxicada de la zona donde esté respirando el tóxico.
3. Neutralizar el tóxico o favorecer su eliminación
En el caso de que el tóxico se encuentre en vías digestivas y no se deba provocar el vómito por estar contraindicado, como en el caso de productos fuertemente ácidos, la medida que seguiremos será la de neutralizar el tóxico.
El tratamiento dilucional está indicado en el manejo inmediato de los envenenamientos por cáusticos y corrosivos.
Está contraindicado cuando hay una incapacidad manifiesta para la deglución (peligro de aspiración) y cuando hay signos de obstrucción de la vía aérea superior, perforación esofágica o shock.
La administración de una gran cantidad de líquido diluyente puede ocasionar vómitos que volverían a lesionar, a su vez, los tejidos. Su eficacia es dudosa.
4. Combatir los síntomas que amenazan la vida
Según el tipo de tóxico, una vez absorbido, éste puede producir una serie de síntomas que pueden llegar hasta la parada respiratoria y cardiaca. La obstrucción de las vías superiores es la causa más común de muerte en pacientes intoxicados.
Como recursos médicos a nivel hospitalario, para eliminar los tóxicos ya absorbidos, se puede utilizar la diuresis, diálisis, hemoperfusión, transfusión, plasmaféresis, inducción enzimática e inhibición enzimática.
Intoxicaciones más frecuentes
Intoxicación por ácidos y álcalis
Las sustancias ácidas comunes son los ácidos clorhídrico, sulfúrico, nítrico y fluorhídrico. Muchos de ellos se usan como productos de limpieza. Pro necrosis por coagulación de los tejidos, aunque no suelen penetrar en profundidad. Lesionan fundamentalmente la mucosa gástrica.
Las sustancias álcalis más comunes son el hidróxido de sodio o de potasio, hipoclorito sódico (lejía), carbonato de sodio (detergente), permanganato de potasio, amoniaco, agentes para lavaplatos y cemento. Producen necrosis licuefactiva por saponificación, penetrando profundamente. El daño orofaríngeo y esofágico por sólidos es más frecuente que por líquidos. Estos últimos tienden a causar daño gástrico.
No se debe provocar el vómito, ya que al ser sustancias cáusticas al vomitar podríamos provocar quemaduras en vía digestiva y respiratoria.
Como tratamiento tenemos:
- Con ambas sustancias: diluir con leche o agua inmediatamente (30 ml en niños o 250 ml en adultos). La neutralización con agentes ácidos o alcalinos está contraindicada. No olvidar que sólo podemos diluir en el caso de que el paciente pueda tragar.
- Contraindicado el lavado gástrico.
- En el caso de estar afectada la mucosa ocular o piel: lavar.
- Si además hay intoxicación inhalatoria, retirar al paciente inmediatamente a otro ambiente y si lo precisa administrar respiración artificial u oxigenoterapia.
Intoxicación por medicamentos
Se produce de manera accidental o bien con fines suicidas. Los síntomas pueden ser muy variados a tenor del producto o productos ingeridos. No hay que olvidar que puede darse el caso de combinar varias sustancias de diferente acción tóxica, dando lugar a una sintomatología más compleja.
La actuación a seguir es la siguiente:
- Identificar el fármaco.
- Provocar el vómito.
- Trasladar al intoxicado al hospital procurando llevar el envase o envases del producto sospechoso.
Intoxicación por monóxido de carbono
Este gas inodoro se produce por la mala combustión de estufas, gas, motores de explosión, etc. El gas se absorbe muy rápidamente a nivel pulmonar.
Contrariamente a la creencia popular, es raro que la piel muestre un color rojo cereza en pacientes vivos.
La actuación a seguir es la siguiente:
- Parar los motores o bien cortar el gas.
- Evitar toda chispa (cigarrillos, timbre, teléfono, etc.) con el objeto de evitar explosiones o incendios.
- Airear y ventilar de la mejor manera posible.
- El socorrista deberá protegerse del gas, mediante un pañuelo húmedo en boca y nariz, procurando que otra persona se quede fuera del ambiente tóxico en previsión de complicaciones.
- Sacar al intoxicado del lugar donde se encuentra en contacto con el CO, aflojarle las ropas, y realizar la respiración artificial y reanimación cardiaca si fuera preciso. En el caso de disponer de oxígeno, este se aplicará al 100%.
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Elma dice
MUY BUENA LA EXPLICACION
Cero Accidentes dice
Muchas gracias Elma, esperamos se pueda suscribir vía correo electrónico aquí y también si gusta proponer un tema para abordarlo en próximos artículos sería de gran ayuda.