El Plan de Respuesta ante Emergencias (PRE) constituye una herramienta fundamental en la gestión de seguridad ocupacional, diseñada para proteger la vida de los trabajadores, las instalaciones y el entorno ante eventos críticos como incendios, sismos, fugas, derrames u otros incidentes que puedan ocasionar pérdidas humanas o materiales.
La Ley N.° 29783, Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, y su Reglamento establecen la obligatoriedad para todas las empresas de elaborar, implementar y mantener actualizado su PRE, garantizando su difusión y práctica entre todo el personal.
Componentes mínimos del plan de respuesta ante emergencias
De acuerdo con las directrices de SUNAFIL y la normativa vigente, el PRE debe contemplar cinco elementos esenciales. Primero, la identificación exhaustiva de posibles emergencias: incendios, sismos, derrames de sustancias peligrosas, explosiones y fugas de gas, entre otros escenarios. Segundo, la designación formal de brigadas de emergencia conformadas por personal capacitado en primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación.
El tercer componente comprende procedimientos claros de actuación que definan cómo evacuar, brindar primeros auxilios, reportar incidentes y restablecer la normalidad operativa. El cuarto elemento implica la difusión y entrenamiento continuo, asegurando que todo el personal conozca el plan y participe en simulacros regulares. Finalmente, se requiere una actualización constante del plan, con revisiones anuales o cuando se modifiquen las condiciones laborales o la plantilla de trabajadores.
Implementación práctica y cumplimiento normativo
SUNAFIL ha detectado que numerosas organizaciones mantienen el PRE únicamente como documento formal, sin aplicación práctica efectiva. Esta deficiencia representa un riesgo significativo para la seguridad laboral y puede derivar en sanciones administrativas por incumplimiento grave de las obligaciones en materia de seguridad ocupacional.
Las empresas deben ejecutar un proceso estructurado que incluya la evaluación de riesgos del centro de trabajo con definición de escenarios posibles, la conformación y entrenamiento de brigadas especializadas, la señalización adecuada de zonas seguras, rutas de escape y puntos de reunión, así como la realización de simulacros periódicos con registro documental. Además, se requiere la revisión y mejora anual del plan o ante cualquier modificación operativa relevante.
Cultura preventiva y responsabilidad compartida
Según el Estudio Jurídico Ribeiro & MDL Asociados, la gestión efectiva de emergencias demanda la participación activa de todas las áreas organizacionales. El conocimiento del PRE no debe limitarse al área de seguridad; cada trabajador debe comprender su rol específico y participar regularmente en los simulacros programados. La construcción de una cultura preventiva sólida requiere compromiso institucional y práctica constante que permita respuestas eficaces ante situaciones críticas.
- Plan de Respuesta ante Emergencias: guía esencial para la protección laboral en Perú - 18 noviembre, 2025
- Cables mineros especializados: clave para evitar sobrecostos en proyectos del sector en Perú - 13 noviembre, 2025
- Accidentes eléctricos: la importancia del sistema de puesta a tierra en la seguridad doméstica - 11 noviembre, 2025

Deja una respuesta