La integración de robots colaborativos en entornos de trabajo exige una planificación meticulosa y un enfoque riguroso tanto desde el punto de vista técnico como preventivo. El artículo «Guía rápida de compra, instalación y puesta en servicio de un robot colaborativo» del INSST de España ofrece un marco detallado para asegurar que estos sistemas robóticos se implementen de manera segura y eficiente. A continuación, se resume el proceso clave para la correcta integración de un robot colaborativo, desde su adquisición hasta su puesta en servicio.
El integrador de un robot colaborativo juega un papel crucial en su ensamblaje, preparación e instalación. El proceso incluye la elaboración de una evaluación de riesgos para identificar y mitigar los peligros asociados con el uso del robot en la aplicación específica. El integrador debe también preparar toda la documentación necesaria, como el expediente técnico, el marcado CE, la declaración CE de conformidad y el manual de instrucciones.
Fases del proceso de integración
Identificación de peligros y estimación del riesgo: se definen los límites de uso del robot y se identifican los posibles peligros asociados, considerando aspectos como las características del robot, el entorno de trabajo y los riesgos generados por el mal uso. Se debe considerar los siguientes aspectos:
- Características del robot (fuerza, velocidad, alcance, etc.).
- Posibilidades de contacto cuasi estático o transitorio.
- Posible ubicación de personas respecto al robot y sus movimientos.
- Peligros de partes móviles de la Unidad Robótica Colaborativa (URC).
- Entorno en el que se ubica la URC.
- Aspectos ergonómicos.
- Peligros generados por un mal uso razonablemente previsible o, si se puede dar el caso, por la transición entre modo no colaborativo y modo colaborativo.
Tras la identificación de peligros se procederá a la estimación de los riesgos asociados y, en función de esta última, se valorará la necesidad de eliminación o reducción del riesgo mediante la implantación de medidas preventivas.
Reducción del riesgo: se deben aplicar medidas para eliminar o reducir los riesgos identificados. El INSST aconseja el siguiente orden:
- Eliminación del peligro o, si no es factible, reducción del riesgo al máximo posible, mediante un diseño inherentemente seguro. Por ejemplo: bordes redondeados evitando aristas cortantes, aumento de superficies de contacto, etc.
- Adopción de medidas técnicas de protección mediante funciones de seguridad configurables como limitación de parámetros del robot (alcance, velocidad, fuerza, potencia, etc.) y dispositivos de protección (escáner láser).
- Información de uso: manual de instrucciones, información de los riesgos residuales, señalización, necesidad de EPI.
Validación de la aplicación y verificación de las medidas implantadas: se realiza la comprobación del funcionamiento de las medidas preventivas implementadas, incluyendo la validación de funciones de seguridad y aspectos ergonómicos, así como la medición de colisiones si es aplicable. Las autoridades españoles recomiendan las siguientes soluciones:
- Validación de las funciones de seguridad: todas las funciones de seguridad deben estar correctamente configuradas y ser efectivas (dispositivos de protección y limitación de parámetros del robot), teniendo presente que deben ofrecer las garantías de seguridad requeridas. Si es posible, se realizará una simulación de fallos.
- Validaciones ergonómicas: se deberán considerar aspectos como la adaptación a las diferentes características morfológicas individuales y la adecuación del interfaz persona-máquina a las características previsibles de las personas.
- Medición de colisiones.
Cumplimiento de otros requisitos reglamentarios: se asegura que la máquina cumple con los requisitos reglamentarios, incluyendo el Marcado CE y la documentación necesaria para la comercialización o puesta en servicio. «Se debe tener en cuenta que la URC está formada, entre otros elementos, por cuasi máquinas, como son el brazo robótico o el elemento terminal, que deben disponer de sus declaraciones de incorporación… Estas declaraciones deberán formar parte del expediente técnico y el integrador deberá respetar las instrucciones de montaje descritas por el fabricante», precisa el INSST.
La correcta integración de un robot colaborativo requiere una atención meticulosa a los detalles técnicos y preventivos para garantizar un funcionamiento seguro y eficiente. La implementación de estas directrices no solo asegura el cumplimiento normativo, sino que también optimiza la seguridad y la eficacia operativa en el entorno de trabajo. El éxito en la integración de estas tecnologías avanzadas depende de una preparación exhaustiva y del cumplimiento de todas las fases del proceso establecido.
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