Los equipos de protección personal son una medida complementaria a los controles técnicos para asegurar la seguridad de los trabajadores, y más aún cuando hay productos químicos en el ambiente de operaciones. Estos equipos deben usarse cuando las medidas de control no son suficientes, por lo que el empleador debe aplicar medidas efectivas para eliminar o reducir riesgos, evitando la necesidad de utilizar dichos equipos.
De acuerdo con la Oficina Internacional de Trabajo (OIT), los equipos de protección personal incluyen protección respiratoria, ropa, calzado, protección facial, ocular y de manos, y prevención de electricidad estática. Además, deben ofrecer una protección adecuada contra riesgos químicos y cumplir con las normativas legales y criterios establecidos.
El organismo internacional desarrolla cada equipo de protección de la siguiente manera:
Equipos de protección respiratoria: se deben seleccionar equipos que cumplan con las normas vigentes, considerando los productos químicos utilizados y las características de los trabajadores. Estos equipos solo deben usarse como medidas suplementarias y no como alternativa al control técnico.
Ropas de protección: las ropas deben ser seleccionadas según su resistencia a los productos químicos, su diseño y talla adecuados, y considerando el entorno de trabajo. También se debe evitar la combustión y la electricidad estática.
Limpieza y mantenimiento: los equipos de protección personal deben conservarse en buen estado y renovarse cuando sea necesario. Deben limpiarse y desinfectarse regularmente según la normativa y llevar un registro de las acciones realizadas.
Seguridad en la utilización de productos químicos: los equipos de protección respiratoria deben limpiarse, desinfectarse y revisarse minuciosamente de acuerdo con la legislación. Los empleadores deben velar por el lavado y limpieza de las ropas y equipos contaminados, prohibiendo que los trabajadores lo hagan en sus hogares.
Instalaciones sanitarias e higiene personal: se deben proporcionar instalaciones sanitarias adecuadas para cumplir con la higiene personal y evitar la diseminación de productos químicos nocivos. Los trabajadores no deben comer, beber o fumar en zonas contaminadas. Además, se deben prohibir estas actividades en áreas donde solo el uso de equipos de protección permita controlar la exposición a químicos. En caso de ser necesario, se deben proveer áreas separadas para comer y beber fuera de las zonas contaminadas.
Puedes leer aquí la guía completa de la OIT.
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