Un plan de prevención de incendios forma una parte esencial de cualquier programa de prevención de accidentes en el trabajo. Un buen plan de prevención de incendios incorpora tres elementos principales. El primero es la prevención. El viejo refrán de «Más vale prevenir que lamentar» se aplica muy bien en este caso.
Un incendio que nunca ocurre significa ahorros tanto en propiedades como, y de mayor importancia, posible sufrimiento humano. Evaluar el sitio de trabajo para peligros de incendios y luego tomar pasos para reducir o eliminar aquellos riesgos beneficia a todos a lo largo. Un resultado inmediato y positivo para una empresa con un plan eficaz de prevención de incendios se refleja en el control de costos asociados con las primas de seguros.
El segundo elemento del plan es la evacuación. Los incendios pueden extenderse a una velocidad increíble. La mejor manera de garantizar la seguridad de todos los ocupantes de un local en caso de un incendio es haber previsto la manera de que salgan rápidamente de la zona de peligro.
El tercer elemento consiste en combatir el incendio. Este es el elemento final ya que, aunque los individuos pueden combatir los incendios muy pequeños, la capacidad limitada de los extinguidores portátiles exige que el énfasis siempre se debe poner en el avisar y evacuar a la fuerza laboral como prioridad en cualquier emergencia que involucra un incendio. Se requiere una inversión fuerte en equipo y tiempo para crear un cuerpo efectivo de bomberos y por eso se ve usualmente solamente en las empresas grandes. La mayoría de las empresas depende del departamento local de bomberos en caso de un incendio serio.
Aspectos a considerar para el plan de prevención
Un plan de prevención de incendios debe incluir las posibles fuentes de ignición, los principales riesgos de incendios en el sitio de trabajo, junto con los procedimientos correctos para su manejo y control. El plan tiene que identificar el equipo de protección contra incendios a usar. Deben incluirse los títulos de los puestos responsables de mantener el equipo de detección y protección y los responsables del control de los peligros de las fuentes de combustible.
En términos prácticos, la empresa comienza al realizar una evaluación inicial del sitio de trabajo para determinar los peligros. Usualmente esto se realiza en la fase de planeación de cualquier construcción nueva y se basa en las normas sobre la construcción y los incendios. Aquellas industrias que manejan sustancias amables tendrán que cumplir con normas federales adicionales. En estas instancias se utiliza la experiencia de los arquitectos, ingenieros de diseño de procesos e ingenieros de protección contra incendios. Si se trata de un edificio ya existente que se alquila o se compra, tal evaluación tal vez no esté dentro de las capacidades de muchas empresas.
Es una buena idea recurrir a la compañía de seguros de la empresa para pedir servicios de asistencia de administración de riesgos antes de comenzar las operaciones empresariales. Al crecer el negocio o al modificarse los procesos, va a ser necesario volver a evaluar los posibles peligros y actualizar el plan de prevención.
Cuando una empresa adopta un plan de protección contra incendios, es necesario explicar el plan a cada trabajador al asignar las responsabilidades iniciales del trabajo. El trabajador necesita recibir toda la información necesaria para su seguridad. La empresa debe guardar el plan por escrito en el sitio y estar a disposición de los empleados. Al ocurrir cualquier cambio en el plan, hay que notificar a los trabajadores antes de efectuar el cambio o por lo menos antes del comienzo del próximo turno después de haber efectuado el cambio.
Se debe calendarizar entrenamiento de actualización como parte del plan, igual como frecuentes discusiones cortas en el transcurso del año. Las discusiones deben diseñarse para tratar las necesidades específicas de las áreas de trabajo.
Los armarios de almacenamiento de líquidos o combustibles flamables son muy útiles para las empresas que utilizan cantidades pequeñas o moderadas de disolventes o pinturas flamables. Los contenedores de sustancias que representan peligro de incendio deben estar etiquetados claramente. Escoja el sistema de etiquetas que mejor conviene para la clase de trabajo. Se puede escoger entre tres sistemas de etiquetas de advertencia: el diamante de la NFPA, el Sistema de Información sobre Materiales Peligrosos (HMIS, por sus siglas en inglés) de la Asociación Nacional de Pinturas y Revestimientos, o el sistema del Instituto de Normas Nacionales de América (ANSI, por sus siglas en inglés). Hay que planear con cuidado el almacenamiento de los combustibles sólidos, tales como el material de oficina. Nunca se deben almacenar en los cuartos de servicios eléctricos.
El aseo forma parte importante del plan. La empresa tiene que controlar la acumulación de los desperdicios flamables o combustibles de manera que no contribuyan a una emergencia de incendio. Esto no se limita a los desperdicios debido a procesos de manufactura sino también incluye los desperdicios, tales como el papel y el cartón que proviene de las oficinas y los departamentos de envío. Todo desperdicio combustible se debe quitar del sitio de trabajo o almacenar en contenedores. Estos botes se deben vaciar diariamente. Los procedimientos deben estar incluidos en el plan escrito. Se debe realizar inspecciones frecuentes de las áreas de peligro. Estas inspecciones deben basarse en un formulario por escrito que nombra cada peligro, que proporciona maneras de documentar y resolver problemas y que se firma por el inspector. Se debe preparar formularios que verifican la finalización de las correcciones realizadas.
Las fuentes de ignición incluyen la cablería eléctrica y el equipo. Las extensiones representan una fuente de problemas si es que se llegan a dañar. Si falta la clavija de conexión a tierra o si el cable está desgastado o cortado, se debe etiquetar inmediatamente y quitar de servicio. No se debe envolver las áreas cortadas o desgastadas con cinta debido a que la insulación interna entre los alambres de corriente y tierra tal vez esté dañada y puede ocurrir un cortocircuito. Nunca se debe sobrecargar las tomas de corriente al usar enchufes múltiples para conectar más de dos aparatos o herramientas. No se debe usar extensiones en lugar de cablería permanente. No se debe fijar las extensiones o los cables de aparatos con grapas, instalarlos por hoyos en las paredes o por muebles metálicos.
Se debe inspeccionar periódicamente el equipo y los controles eléctricos para identificar señales de desgaste o falta de mantenimiento que tal vez cause sobrecalentamiento. Se debe limpiar las acumulaciones de grasa y polvo en los filtros de aire o ventiladores de la maquinaria eléctrica con frecuencia. La electricidad estática es otra posible fuente de ignición. Al pasar líquidos amables o combustibles de un contenedor a otro, se debe usar alambres para conectar los dos contenedores a tierra.
Del mismo modo los trabajos de cortar, soldar y moler tienen que controlarse. Las precauciones básicas para soldar y cortar están basadas en el principio de que el objeto siendo cortado o soldado no pueda moverse. En estos casos, se deben quitar del área todos los peligros de incendio. Si es que no se puede, se debe colocar barreras anti-incendio para encerrar el calor, la escoria y las chispas. Debe haber personal capacitado en el control de incendios en el sitio de operaciones donde tal vez ocurran incendios mayores. Se debe desarrollar un sistema de permiso de trabajos en caliente para controlar todos los aspectos de estos trabajos. Los contratistas que hacen trabajos en caliente en el área son sujetos a las mismas reglas que los trabajadores regulares.
Fuente: División de Compensación para Trabajadores, Texas, EE.UU.
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