El Ministerio de Trabajo y Economía Social de España y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) publicaron una guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relacionados con la exposición al ruido en los lugares de trabajo. Aunque las especificaciones y recomendaciones están basados en la normativa española, los procedimientos de seguridad deberían ser evaluados para ponerlos en práctica y así mejorar aún más el plan de prevención.
Para la medición del ruido y así evaluar los riesgos en el lugar de trabajo, se pueden utilizar sonómetros, sonómetros integradores-promediadores y dosímetros.
Los dosímetros se caracterizan por acumular los valores de la señal recibida a lo largo del período de medición, y por tanto su resultado depende de la intensidad del ruido y del tiempo de muestreo, que corresponde a la dosis recibida por la persona portadora del instrumento de medición. El dispositivo es es aplicable a toda situación de trabajo y recomendable cuando la estrategia implique mediciones de larga duración.
Un sonómetro es un instrumento que mide la presión acústica ambiental y que, aplicando una serie de filtros de ponderación de frecuencias, da como resultado el nivel de presión acústica que se asemeja al intervalo de audición humana.
El sonómetro integrador-promediador es adecuado cuando procede la realización de mediciones de corta duración para caracterizar la exposición de puestos de trabajo fijos con campo sonoro uniforme. Esta condición se puede comprobar moviendo el micrófono entre 0,1 y 0,5 metros para determinar variaciones locales. Si el campo no es uniforme, el desplazamiento del micrófono ocasionará cambios apreciables en los resultados.
Una vez identificado las actividades con mayor riesgo al ruido, los expertos en SST pasan al control del ruido para luego revisar cuáles son los protectores auditivos más adecuados para el personal.
Las medidas técnicas de supresión del ruido está la sustitución de equipos o procesos por otros menos ruidosos, una solución más eficaz que implementar más medidas de control; hacer modificaciones a los componentes de las máquinas ruidosas; adquirir nuevas máquinas; emplear silenciadores para atenuar el ruido producido por el escape de aire o el movimiento; y la sectorización y reubicación de las fuentes de ruido para minimizar la exposición al riesgo.
Por medidas organizativas, el documento establece la rotación del personal para que el nivel de ruido no afecte a solo un trabajador en especial, restringir el acceso a zonas ruidosas, reorganizar las tareas en puestos móviles e incentivar las prácticas de trabajo seguras como la identificación de las fuentes de nivel elevado mediante cartelería claramente visible y comprensible.
Acerca de la selección de protectores auditivos, este procedimiento debe hacerse considerando la atenuación acústica que proporcionan, así como determinados factores del ambiente laboral: los relacionados con el tipo de ruido (continuo, fluctuante, intermitente o repetitivo en cortos periodos, impulsivo, con predominio de bajas frecuencias, con contenido de tonos puros de alta frecuencia o presencia de sonidos informativos) y los no acústicos (temperatura, condiciones de trabajo sucias, maquinaria con partes móviles, tipo de trabajo, dimensiones del lugar de trabajo).
Puedes leer aquí la guía técnica completa sobre la gestión del ruido en el trabajo.
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