Investigadores australianos del Cooperative Research Centre for Construction Innovation han desarrollado un marco de competencias y tareas que deberían poseer los gerentes y mandos de la construcción para adaptar sus organizaciones a los requerimientos de una cultura positiva de salud y seguridad.
En el documento Buenas prácticas para mejorar la cultura preventiva en las empresas, la mutua española Ibermutuamur refiere que se proponen nueve competencias clave que deben tener los gerentes:
- Comunicar los valores de la empresa.
- Demostrar liderazgo.
- Aclarar qué comportamientos son requeridos y esperados.
- Personalizar los resultados de seguridad (qué se espera de cada uno).
- Desarrollar actitudes positivas de seguridad.
- Asumir responsabilidades de seguridad y rendir cuentas.
- Aumentar la conciencia colectiva sobre riesgos y conductas preventivas.
- Mejorar la comprensión y la efectiva aplicación de los sistemas de gestión preventiva.
- Supervisar, revisar y reflexionar sobre la efectividad personal.
Para desarrollar estas competencias, los directivos y mandos del sector de la construcción deberían asumir diferentes tareas en ámbitos de gestión, como:
- Identificación, evaluación y control apropiado de los peligros y riesgos.
- Comunicación y consulta con las partes interesadas.
- Seguimiento, revisión y evaluación de la efectividad de los programas de seguridad.
- Compromiso y liderazgo para el desempeño de la prevención por los subcontratistas.
- Aplicación de un sistema equitativo de compensación de los trabajadores.
Crear cultura preventiva
La mutua Ibermatuamur manifiesta que en un seminario realizado en Praga en 2004, se presentó un informe sobre la cultura de seguridad de Dupont en Asturias en relación con la actividad de los directivos de la planta de NomexR. Se pidió a cierto número de líderes de la planta que
describieran cómo influyen en los demás para fomentar el trabajo seguro y nombraron, entre otras, las siguientes actividades:
- Liderazgo con el ejemplo: aceptando su propia responsabilidad, instruyendo a los trabajadores en prevención, haciéndose acompañar por terceros en las inspecciones y no tomando atajos en materia de seguridad.
- Comunicación: los temas de seguridad abren todas las reuniones y ocupan entre el 30 y el 40% del tiempo incluyendo revisión de incidentes y control de indicadores.
- Supervisión: se utilizan indicadores proactivos de esfuerzo preventivo como cantidad de recomendaciones de seguridad no resueltas, de observaciones de seguridad realizadas, de incidentes registrados e investigados y de actos inseguros observados.
- Formación: organización de charlas mensuales sobre distintos aspectos relacionados con la seguridad.
- Diálogo: encuentros cara a cara con grupos de trabajadores y mandos para exponer las expectativas de seguridad.
- Reconocimiento: reunión anual con los miembros del equipo para analizar su contribución a la seguridad, la cual influye en su salario.
- Empresas líderes confirman participación en Directorio de SST 2025 - 13 enero, 2025
- Importancia del etiquetado permanente en equipos de altura - 12 enero, 2025
- Seguridad en alturas: ¿qué es la restricción de caída? - 7 enero, 2025
Deja una respuesta