Todas las obras menores deben ejecutarse según las obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales, por más que se traten de proyectos simples y que no afectan a elementos estructurales del inmueble. Pintar una pared, desmontar canalones y rehabilitaciones en oficinas son algunos casos de obras menores que deben contar con un plan de seguridad para garantizar la integridad de los trabajadores.
Con el objetivo de estandarizar las condiciones operativas de la operación, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social de España y el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo abordó la gestión de la seguridad y salud en las obras menores sin proyecto. El documento describe aspectos esenciales y obligaciones que debe cumplir cada agente implicado en la obra menor.
Diseño
El proceso consiste en recopilar la información relevante sobre los riesgos que se pueden presentar en la obra y, en consecuencia, sobre las medidas que se deben adoptar. La operación es responsabilidad del promotor y los datos obtenidos deben ser de conocimiento para el contratista para una correcta planificación.
Contratación
La selección debe basarse en aspectos técnicos, económicos y de plazo, así como considerar criterios preventivos. En caso de haber más de un contratista para el proyecto, la recomendación es designar a un coordinador durante la ejecución de la obra.
Planificación y organización
La planificación debe integrar todas las medidas preventivas en el proceso constructivo. Cada contratante incorporará las medidas preventivas oportunidad según sus procedimientos de trabajo. «Las empresas que van a realizar las distintas tareas deben organizar los medios y recursos para que las obras se puedan llevar a cabo conforme a los procedimientos planificados», detalle el documento.
Ejecución y control
Es esencial llevar a cabo un seguimiento detallado de los trabajos durante su ejecución, utilizando métodos como reuniones, instrucciones y visitas al lugar de trabajo. Esto se hace para garantizar que se sigan los planes establecidos y, si es necesario, tomar medidas ante posibles incumplimientos o ajustar la planificación inicial según sea necesario. Además, es crucial asignar un recurso preventivo si es obligatorio, para supervisar los procedimientos de trabajo. En ausencia de un libro de incidencias, el seguimiento de las medidas preventivas se realizará utilizando cualquier otro documento especificado para este propósito.
Finalización
Es importante que, al concluir los trabajos, el contratista entregue al promotor toda la documentación relevante para el uso y mantenimiento adecuados del elemento construido. Esta información debe ser transmitida al usuario final por el promotor, asegurando que futuras intervenciones se realicen con la debida información para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores.
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