El síndrome de burnout en el trabajo es una condición ampliamente reconocida que puede afectar gravemente tanto la salud mental como física de los empleados. Los científicos Freudenberger y Gail North, pioneros en la identificación de esta condición, describieron 12 etapas que caracterizan la progresión del burnout laboral.
A continuación, se detallan estas etapas basadas en el documento «Signs of burnout at work — and what to do about it» de la página BetterUp:
- Compulsión de demostrar lo que valemos: la necesidad constante de demostrar capacidad y valía personal en el entorno laboral.
- Trabajando más duro: aumento en la carga de trabajo y horas laboradas para satisfacer las altas expectativas personales y laborales.
- Descuidar las necesidades personales: negligencia de las necesidades básicas como alimentación, sueño y ejercicio.
- Desplazamiento del conflicto: ignorar o minimizar problemas personales y laborales, desviando la atención de conflictos reales.
- Revisión de valores: priorizar el trabajo por encima de todo, excluyendo otras áreas importantes de la vida.
- Negación de los problemas emergentes: rechazo a reconocer los síntomas iniciales de burnout, creyendo que todo está bajo control.
- Abstinencia: retiro de actividades sociales y recreativas, acompañado frecuentemente de automedicación.
- Cambios de comportamiento extraños: comportamientos inusuales y cambios en la personalidad.
- Despersonalización: pérdida de conexión con uno mismo y con los demás, dificultando las relaciones interpersonales.
- Vacío interior: sensación de vacío emocional y falta de propósito.
- Depresión: estado depresivo que puede incluir desesperanza y abatimiento.
- Síndrome de burnout: etapa final donde todos los síntomas convergen, afectando severamente la salud y el desempeño profesional.
Detección y manejo del burnout
El síndrome de burnout no aparece de la noche a la mañana; es un proceso gradual con señales tempranas que a menudo se ignoran. La definición oficial de burnout incluye tres criterios principales:
- Los “sentimientos de falta de energía o agotamiento” pueden parecer sentirse agotado sin importar cuánto duerma, incapacidad para relajarse, cambios en los patrones de sueño, dolores corporales, enfermarse o sentirse enfermo con mayor frecuencia, saltarse comidas , sentirse apático y falta de motivación en áreas de la vida no laborales.
- “Una mayor distancia mental del propio trabajo” puede manifestarse como evasión, irritabilidad, postergación, olvidos, falta de concentración , llegar tarde o salir temprano del trabajo, cinismo y problemas para seguir adelante o completar tareas.
- La “reducción de la eficacia profesional” podría manifestarse como falta de voluntad para comunicarse con colegas, retrasos en la finalización de tareas importantes, falta de interés en continuar la educación y mejorar las habilidades, trabajar en otros proyectos durante el tiempo de trabajo y sentirse perdido o desconectado en las reuniones.
Reconocer y abordar las etapas iniciales del burnout es crucial para prevenir su progresión y mitigar sus efectos. Las empresas y los empleados deben estar atentos a estos signos y tomar medidas proactivas para mantener un entorno laboral saludable y productivo.
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