Si bien los respiradores desechables se parecen a las máscaras que se usan durante la cirugía y otros procedimientos médicos, los dos están diseñados para propósitos muy diferentes.
En primer lugar, los dos tipos de protección difieren en su funcionamiento. Las máscaras quirúrgicas se fabrican principalmente para evitar que las partículas que exhala el usuario, por ejemplo, saliva o moco, contaminen el entorno de trabajo. Los respiradores, por otro lado, protegen al usuario contra partículas potencialmente peligrosas creadas por el entorno de trabajo.
Los dos tipos también se ajustan de manera diferente, con respiradores que se sellan herméticamente a la cara y máscaras quirúrgicas que se ajustan más holgadamente. Los respiradores incluyen medios filtrantes especializados, mientras que las máscaras normalmente no lo hacen. El tiempo de uso y ciertos estándares regulatorios también difieren entre los dos.
Echemos un vistazo más de cerca a continuación, lo que también ayudará a su personal a comprender mejor las diferencias:

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