Gestionar la salud y la prevención de riesgos en el trabajo es una tarea compleja. Los planes de seguridad ocupacional suelen ser estandarizados según el sector al que pertenece la compañía, por lo que siempre cae bien echar un vistazo a manuales del exterior para reunir más ideas y así mejorar los programas de seguridad locales.
En esta oportunidad, Safe Work Australia compartió una guía de cómo gestionar la salud ocupacional y los riesgos de las actividades productivas a partir de cuatro pasos.
Identificar los peligros
Esta tarea implica encontrar cosas y situaciones que podrían potencialmente causar daño a las personas. El ambiente físico del trabajo, los equipos y herramientas, y la actividad física son algunos de los aspectos a considerar a la hora de evaluar los riesgos.
«Algunos peligros forman parte del proceso de trabajo, como los peligros mecánicos, el ruido o las propiedades tóxicas de las sustancias. Otros peligros son el resultado de fallas y uso indebido de equipos o máquinas, derrames de productos químicos y fallas estructurales, o cuando las demandas laborales superan la capacidad de un trabajador para hacer frente», precisan.
Evaluación de riesgos
La tarea implica considerar lo que podría suceder si alguien está expuesto a un peligro y la probabilidad de que suceda. La evaluación sirve para determinar qué tan grave es el riesgo, cuáles serían las medidas de control efectivas, cuál es la urgencia de la situación y qué acciones deberían tomar los responsables del área.
«Se puede realizar una evaluación de riesgos con diversos grados de detalle según el tipo de peligro y la información, los datos y los recursos que se tenga disponible», señala el manual. «Puede ser tan simple como una discusión con sus trabajadores o involucrar herramientas y técnicas de análisis de riesgo específicas desarrolladas para riesgos específicos o recomendadas por profesionales de la seguridad».
Controlar los riesgos
No todos los riesgos podrán eliminarse. Lo adecuado es atender cada uno de ellos según la urgencia y con planes específicos para minimizar la peligrosidad del riesgo. Consultar a los trabajadores ayudará a elegir las medidas de control adecuadas, porque son ellos quienes están expuestos a las operaciones cotidianas.
«Esto puede implicar [minimizar el peligro] una sola medida de control o una combinación de diferentes controles que, en conjunto, brindan el nivel más alto de protección que sea razonablemente posible», reza la guía de Safe Work Australia.
Revisar los controles
Las medidas deben inspeccionarse periódicamente para que funcionen según lo planeado o requieran ser configuradas para mejores resultados. Las revisiones deben hacerse cuando la medida de control no sea eficaz o cuando hay un cambio en el lugar de trabajo (menos espacio, nuevas máquinas, etc.). También se recomienda la opinión de un profesional independiente.
«La gestión de los riesgos de seguridad y salud en el trabajo es un proceso continuo que requiere atención a lo largo del tiempo, pero especialmente cuando los cambios afectan sus actividades laborales», recomienda la guía.
Puedes leer aquí todo el contenido de la guía de Safe Work Australia.
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