Un análisis sobre los componentes del aire de la oficina para determinar si llega a estar más contaminado que el del exterior. Además, un repaso por lo señalado por la Ley 29783, Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo y su reglamento.
La información está basada en la Ley 29783, Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo y su reglamento.
1. Las situación del aire en la oficina
A veces sucede que el aire del ambiente laboral puede estar más contaminado que el exterior. Parece una contradicción teniendo en cuenta que el ambiente cerrado de una oficina evita la exposición de los trabajadores a elementos infecciosos del ambiente. Sin embargo, dentro de la oficina también hay riesgo de contagiarse de alguna enfermedad.
De acuerdo con la web Compromisorse, las personas pasan el 90% del tiempo en el interior de las oficinas, por lo que un adulto respira de media 10.800 litros de aire al día, los cuales podrían estar altamente contaminados.
«Provienen de los cuartos de baño, de las cocinas, de los contenedores de basura y reciclaje y de los productos que utilizamos para limpieza o para el aseo personal, desde el perfume hasta los químicos, como la lejía o el amoniaco», afirma Gema Priego, Responsable de Calidad, Medio Ambiente y PRL de PHS Serkonten, respecto a la procedencia de los agentes contaminantes dentro de la oficina.
Además de estas fuentes de moléculas perniciosas, hay que tener en cuenta que la pintura, las alfombras, el suelo, la fibra de vidrio de los aislantes, madera, entre otros, también portan compuestos orgánicos que con el aire ingresan al sistema respiratorio del trabajador.
2. Cómo afecta el aire de la oficina a los empleados
Estas condiciones han llevado al Departamento de Prevención de Riesgos Laborales de PHS Serkonten a concluir que los trabajadores pueden verse afectados en «la concentración y la memoria, irritación en los ojos y problemas respiratorios, lo que inciden en el aumento del absentismo y el descenso de la productividad». A esto se suma que las oficinas también son focos de contagio de resfrío, gripe, etc.
Para evitar esta situación, Priego recomienda mayor cuidado en la higuiene del espacio de trabajo.
“Nuestro servicio de prevención calcula que la falta de higiene provoca hasta el 60% de los contagios de enfermedades en el trabajo. Si a esto le sumamos que, según fuentes sanitarias, el 75% de los empleados padecen catarro al menos una vez al año, tomamos conciencia de todo el camino que nos queda por andar en materia de higiene laboral”, concluye Gema Priego.
3. Perspectiva desde la Ley 29783
La Ley 29783, Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, vela por la integridad física y mental de todos los trabajadores a partir del trabajo conjunto entre los sindicatos, empleadores y el Estado como ente fiscalizador. En este sentido, la prevención de accidentes y enfermedades profesional -incluso los suscitados en ambientes controlados como la oficina- es responsabilidad plena del empleador.
Para evitar estos riesgos, la empresa debería contar con un Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo que periódicamente vaya evaluando la situación del ambiente laboral.
El empleador puede instalar para ello un servicio de salud ocupacional (SSO) que, además de evaluar los potenciales riesgos de enfermedad profesional e higuiene de los ambientes, puede ejecutar programas de salud integral en beneficio de los trabajadores e indirectamente para la productividad de la empresa.
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