La European Agency for Safety and Health at Work (OSHA-Europa) compartió un manual sobre los desórdenes musculoesqueléticos en empresas pequeñas. La información resulta valiosa, debido a que este tipo de organizaciones operan con recursos limitados y no hace falta una gran inversión para la estabilidad de los empleados.
«Los trastornos musculoesqueléticos (TME) son afecciones que afectan a los músculos, tendones, ligamentos, nervios o articulaciones del cuello, miembros superiores, espalda o miembros inferiores», precisa la guía. «Los síntomas incluyen dolor, hinchazón, hormigueo y entumecimiento, y los TME pueden provocar una limitación del movimiento (cuando este causa dolor) y dificultades para mantener una posición corporal (por ejemplo, posición sentada) durante períodos de tiempo prolongados (o no tan largos)».
La OSHA-Europa sostiene que las empresas pequeñas pueden atender los TME siguiendo estos cinco pasos.
Preparación
La guía recomienda decidir quién liderará el proceso de evaluar los trastornos musculoesqueléticos relacionados con el trabajo. Puede ser un miembro de la plana directiva, un trabajador que haga de representante o un grupo pequeño de empleados.
Después se deberá revisar todos los recursos disponibles como reportes sobre actividades anteriores, guías disponibles en Internet, una lista de actividades que pueden provocar los TME y, de ser el caso, cuánto dinero puede invertir la empresa para mejorar el ambiente laboral.
Revisado todo lo anterior, se decidirá cómo y cuándo los trabajadores serán informados e involucrados con el proyecto, así como programar las actividades del plan.
Identificación de riesgos
La clave es revisar el entorno laboral en relación con los riesgos de TME, una labor crucial porque durante esta fase se identifica lo que se necesitará cambiar.
Los factores que pueden ocasionar un TME son las actividades físicas repetitivas y la manipulación de objetos pesados, así como la ergonomía de los trabajadores a la hora de realizar sus actividades. También debe considerarse las condiciones del ambiente laboral como la iluminación, la temperatura y la humedad.
Los factores organizacionales también son importantes para determinar si los trabajadores están expuestos por largas jornadas a actividades de alta intensidad o si tienen la libertad de tomar descansos a la mitad de la jornada laboral. Rotar a los trabajadores en distintos turnos puede solucionar este riesgo TME.
Los factores psicosociales e individuales merecen ser tomados en cuenta, porque la estabilidad mental de los trabajadores puede evitar accidentes y más aún si es que la actividad es de alto riesgo (maquinaria pesada, trabajos eléctricos, etc.).
Planificación
Los responsables del plan deberán acordar cuáles serán las acciones a tomar para reducir o eliminar los riesgos de TME.
- Evitar el riesgo: automatizar las operaciones de elevación y transporte.
- Minimizar el riesgo en su origen: cambiar la altura a la que deben levantarse los objetos y mejorar los pavimentos para una mejor superficie de apoyo.
- Adaptar el trabajo al individuo: diseñar el lugar de trabajo de modo que haya suficiente espacio.
- Adoptar las posturas correctas: sillas y escritorios ajustables, e implementar la rotación de trabajos para aliviar la repetición o trabajo monótono.
- Adaptar la asistencia tecnológica: actualizar los dispositivos para un mejor desempeño a menor esfuerzo.
- Reemplazar lo peligroso por menos peligroso: sustituir a manipulación manual de carga por manipulación mecánica.
- Implementar medidas colectivas: priorizar un buen agarre de las asas sobre los guantes antideslizantes.
- Dar las instrucciones y la formación adecuadas a los trabajadores.
Ahora, el desafío es desarrollar un plan de acción que sea lo suficientemente específico como para que todos tengan claro qué hacer y cuándo. Un buen plan de acción debería tener la descripción del problema, su prioridad, las soluciones, el responsable de la acción, los recursos disponibles, la fecha en la que será la acción y la evaluación del resultado.
Tomar acción
El objetivo garantizar que las personas responsables implementen las medidas preventivas y de protección acordadas, por lo que se deberá realizar las siguientes actividades:
- Asegurar que la responsabilidad de implementar las diversas intervenciones y acciones acordadas esté claramente establecida.
- Mantener reuniones periódicas con las personas involucradas o hablar sobre el plan de acción durante las reuniones que ya se realizan con regularidad.
- En las reuniones, mirar cada una de las medidas por turno y preguntar por los avances y las barreras.
- Asegurar que los trabajadores estén involucrados y comprometidos, y que se estén haciendo esfuerzos para asegurar que la implementación de las medidas sea bien recibida por los trabajadores afectados.
- Fomentar sugerencias de cambios en las intervenciones basadas en las experiencias de los trabajadores sobre su implementación.
Evaluación
El objetivo aquí es obtener una descripción general de lo que se ha logrado y cómo puede usar lo que ha aprendido en el futuro. Se recomienda revisar todas las acciones tomadas varios meses (o aproximadamente un año) después de la revisión inicial de las condiciones de trabajo.
Para ese momento, se deberá evaluar si los objetivos fueron alcanzados o no, así como revisar el ciclo de evaluación de riesgos y planificar e implementar nuevas acciones según los resultados obtenidos.
Puedes leer aquí la guía completa publicada por OSHA.
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