El impacto de la pandemia de COVID-19 en la seguridad en el lugar de trabajo es uno de los temas que se exploran en el informe anual de AFL-CIO (Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales) sobre el estado de las protecciones de seguridad y salud de los trabajadores estadounidenses.
La edición número 29 de «Death on the Job: The Toll of Neglect», publicada el 6 de octubre, presenta datos estatales y federales sobre muertes, lesiones y enfermedades de los trabajadores, así como las protecciones de los trabajadores. En particular, examina algunas de las industrias y trabajadores más afectados por la pandemia. Por ejemplo, entre los trabajadores de hogares de ancianos, se informaron más de 175,000 casos confirmados de COVID-19 entre el 24 de mayo y el 6 de septiembre, además de casi 121,000 casos sospechosos y 868 muertes.
Los datos muestran que al menos 163,000 trabajadores de la salud habían sido infectados y 713 habían muerto al 24 de septiembre, mientras que las industrias de empaque de carne, procesamiento de alimentos y agricultura reportaron más de 58,000 infecciones y 238 muertes desde el 22 de abril al 16 de septiembre.
En general, alrededor de 7,4 millones de personas han dado positivo por COVID-19 en los Estados Unidos y casi 210.000 han muerto, señaló Rebecca Reindel, directora de seguridad y salud ocupacional de AFL-CIO, el 6 de octubre durante una conferencia de prensa virtual.
Según el informe, los entornos de trabajo susceptibles incluyen lugares de trabajo interiores, aquellos con espacios mal ventilados o condiciones de trabajo abarrotadas, y donde los trabajadores están cerca de personas infectadas.
“La pandemia solo ha enfatizado lo que ya sabemos”, indicó Reindel. “Los lugares de trabajo son una fuente importante de brotes de COVID-19 y los lugares de trabajo están indisolublemente vinculados con la seguridad de nuestras familias y comunidades. Por lo tanto, prevenir las exposiciones en el lugar de trabajo es clave para detener la propagación del virus”.
En 2018, 5,250 trabajadores murieron en el trabajo, según los datos más recientes disponibles de la Oficina de Estadísticas Laborales. El informe agrega que unas 95.000 personas murieron como resultado de enfermedades profesionales ese mismo año, lo que significa que, en total, 275 trabajadores murieron cada día. Además, los empleadores informaron aproximadamente 3,5 millones de lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo, un número que en realidad podría oscilar entre 7 millones y 10,5 millones debido a la falta de información.
Otras estadísticas destacadas de 2018:
- La violencia en el lugar de trabajo causó 828 muertes, incluidos 453 homicidios. La violencia en el lugar de trabajo fue la segunda causa principal de muertes ocupacionales, detrás de los incidentes de transporte (2.080 muertes).
- Las muertes de trabajadores afroamericanos aumentaron a 615 desde 530 en 2017. Ese total es un aumento del 46% con respecto a hace 10 años.
- Las muertes entre trabajadores latinos aumentaron a 961 desde 903 en 2017. Las muertes entre trabajadores inmigrantes latinos fueron el principal contribuyente a este aumento (641 en comparación con 568 en 2017).
- Un tercio de las muertes involucraron a trabajadores de 55 años o más, mientras que los de 65 años o más tuvieron una tasa de mortalidad de 9,6 por cada 100.000 trabajadores. La tasa global de mortalidad fue de 3,5 por cada 100.000 trabajadores.
- Los estados con las tasas de mortalidad más altas fueron Wyoming (11,5 por cada 100.000 trabajadores), Alaska (9,9), Dakota del Norte (9,6), Virginia Occidental (7,9) y Dakota del Sur (6,9).
- La OSHA federal tenía 746 inspectores, el total más bajo desde principios de la década de 1970. El número total de inspectores de seguridad y salud en el lugar de trabajo en todo el país fue de 1,767, que incluía estados del Plan Estatal. Esos inspectores eran responsables de 9,9 millones de lugares de trabajo bajo la jurisdicción de OSHA.
- Se estima que el costo de las lesiones y enfermedades en el lugar de trabajo es de $ 250 mil millones a $ 330 mil millones anuales.
“Casi 50 años después de la aprobación de las leyes de seguridad laboral de la nación, el número de lesiones, enfermedades y muertes en el lugar de trabajo sigue siendo demasiado alto y demasiados trabajadores siguen en grave riesgo”, afirmó el informe. «Hay mucho más trabajo por hacer».
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