La pandemia ha hecho que los empleadores tengan que gestionar la productividad frente a los síntomas del COVID-19 en los trabajadores. Una de cada cinco personas presenta síntomas al cabo de cuatro semanas, y una de cada diez presenta síntomas durante doce semanas o más. En algunos casos, los síntomas pueden prolongarse durante varios meses. Esto hace que los empleadores y supervisores asuman el reto de colaborar en la reincorporación de los trabajadores afectados por el coronavirus.
Hay que entender que existen dos cuadros cuando se padece el COVID-19. Habrán trabajadores que sientan los síntomas del coronavirus por solo algunos días, aunque lo habitual es que sea entre dos y cuatro semanas. En dicho caso, el cuadro es una «Covid aguda». En caso de que los síntomas, al cabo de cuatro semanas, impiden al trabajador realizar actividades cotidianas, estaríamos frente a un cuadro de «Covid persistente».
La Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo definió en cinco pasos cuál es el procedimiento para que los directivos puedan ayudar en la reincorporación de quienes padecen «Covid persistente».
Mantener contacto con el trabajador durante su ausencia
La recomendación es tratar con el trabajador sus derechos y obligaciones legales por lo que respecta a la baja por enfermedad, e informarle de los servicios de apoyo (asistencia médica y psicológica) que tiene la empresa. También habrá que darles permiso para reposar y recuperarse, y así puedan tener una rehabilitación sin estrés sobre su estabilidad laboral.
Preparar la reincorporación
Algunas personas pueden necesitar un permiso médico para reincorporarse, por lo que se recomienda gestionar una conversación para acordar un plan de reincorporación. Algunos trabajadores pueden experimentar síntomas cambiantes y es posible que tarden en recuperar el ritmo de trabajo anterior. También se recomienda consultar con el servicio de salud laboral o médico laboral sobre cómo adaptar el lugar de trabajo para el empleado dispuesto a volver.
Mantener una conversación sobre la reincorporación
Antes de la conversación, el empleado deberá acudir preparado sobre cómo la enfermedad puede repercutir en el trabajo y tener una idea de cuáles son las tareas que sí podrá realizar sin problemas a la salud. Durante la entrevista, el empleador deberá estar abierto a buscar soluciones y explicar que supervisará la evolución de los ajustes para mejorar el rendimiento.
Brindar apoyo durante los primeros días de la reincorporación
Se recomienda dar permiso para que los trabajadores se tomen las cosas con calma al principio, ya que esto evitará que se sientan abrumados y reducirá el riesgo de ulteriores ausencias. Hay que asegurarse de que estén al corriente de cualquier cambio que se haya introducido en la mecánica del trabajo, así como presentarles a los compañeros nuevos y comunicarlos de las noticias recientes.
Brindar apoyo continuo y revisar periódicamente
Dado que los síntomas posteriores a la COVID-19 fluctúan y cambian con el tiempo, es muy importante que las modificaciones de trabajo se revisen regularmente. Si es posible, se recomienda una revisión periódica de los avances tras la reincorporación al trabajo con un profesional de la salud laboral.
Puedes leer aquí la guía completa para los empleadores.
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