El coronavirus ha hecho que las empresas implementen protocolos de seguridad sanitaria según las necesidades productivas. Para estandarizar la calidad de estos protocolos, el UNICEF y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicaron varias recomendaciones sobre la calidad de la relación entre el sector privado y los empleados.
“El diálogo social –las consultas y la colaboración entre los gobiernos, los trabajadores y los empleadores y sus representantes– es crucial. Si aspiramos a que las medidas sean efectivas y sostenibles, deben basarse en la confianza y en una amplia variedad de experiencias”, señaló Manuela Tomei, directora del Departamento de Igualdad y Condiciones Laborales de la OIT.
Por su parte, Pia Rebello Britto, jefa de Desarrollo en la Primera Infancia de UNICEF, advierte sobre el impacto de las decisiones empresariales respecto la estabilidad de los trabajadores durante la pandemia.
“Las repercusiones de la pandemia –pérdida del trabajo, estrés prolongado y deterioro de la salud mental– afectarán a las familias durante años. La falta de sistemas adecuados de protección social agrava la exposición de los niños más vulnerables a la crisis”, precisó.
En este sentido, las recomendaciones de UNICEF y la OIT están relacionadas a la protección del empleo, las licencias remuneradas y flexibilidad laboral. Aquí compartimos los puntos que UNICEF publicó en su página oficial.
- Hacer un seguimiento y cumplir los consejos de las autoridades locales y nacionales, y dar a conocer la información de importancia crítica a todos los trabajadores.
- Analizar si las políticas actuales del lugar de trabajo brindan suficiente apoyo a los trabajadores y sus familias.
- Utilizar buenas prácticas al aplicar tanto las políticas vigentes como las nuevas, sobre la base del diálogo social, las leyes laborales del país y las normas internacionales en materia laboral.
- Asegurarse de que todos los trabajadores, sin discriminación, tengan derecho a beneficiarse de medidas de apoyo en el lugar de trabajo, y de que todos los trabajadores las conozcan, las entiendan y se sientan cómodos recurriendo a ellas.
- Proteger el lugar de trabajo contra la discriminación y el estigma social, facilitando la capacitación y garantizando el carácter confidencial y la seguridad de los mecanismos de presentación de informes.
- Poner en práctica acuerdos de trabajo favorables a la familia, de manera que los trabajadores tengan más libertad para decidir a qué horas y dónde cumplen sus responsabilidades laborales. Si no es posible llegar a esta clase de acuerdos, estudiar medidas alternativas para los padres que trabajan; por ejemplo, poner a su disposición guarderías para sus hijos.
- Apoyar a los padres que trabajan con distintas opciones de cuidado para sus hijos que sean seguras y apropiadas para el contexto del coronavirus.
- Prevenir y abordar los riesgos en el lugar de trabajo reforzando las medidas de seguridad y salud ocupacional.
- Proporcionar orientación y capacitación sobre medidas de seguridad y salud ocupacional, al igual que sobre prácticas de higiene.
- Alentar a los trabajadores a buscar atención médica apropiada en caso de fiebre, tos y dificultad para respirar.
- Ayudar a los empleados a hacer frente al estrés durante el brote del coronavirus.
- Apoyar las medidas gubernamentales de protección social, de conformidad con el Convenio No. 102 sobre la Seguridad Social de la OIT (Norma Mínima) y la Recomendación sobre los pisos de protección social, 2012 (núm. 202). El apoyo de las empresas puede consistir, por ejemplo, en subvenciones para que los trabajadores tengan acceso a seguros de salud, desempleo e incapacidad laboral, y debe amparar a los trabajadores del sector informal.
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