Los robots colaborativos han revolucionado la industria moderna gracias a su capacidad de trabajar junto a los seres humanos en entornos compartidos. Su versatilidad permite que se adapten a una variedad de aplicaciones, desde tareas simples hasta procesos complejos.
La flexibilidad también implica que, en algunos casos, las empresas pueden optar por modificar la aplicación inicial del robot colaborativo, añadiendo nuevas funciones, cambiando la pieza de trabajo o ajustando parámetros como el alcance y la velocidad. Estas modificaciones pueden generar preocupaciones en cuanto a la seguridad y la conformidad con las normativas establecidas.
Según el artículo «Guía rápida de compra, instalación y puesta en servicio de un robot colaborativo» del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), cualquier cambio significativo en el uso o configuración del robot que no esté previsto por el fabricante, en este caso el integrador, puede constituir una «modificación sustancial». Esto significa que el cambio puede afectar la seguridad de la máquina, creando nuevos peligros o incrementando riesgos existentes, lo que requiere la implementación de nuevas medidas de protección y una revisión del sistema de mando de la máquina.
Si las modificaciones son previstas y aceptadas por el integrador, y están cubiertas por la evaluación de riesgos original de la Unidad Robótica Colaborativa (URC), la documentación técnica y el Marcado CE originales siguen siendo válidos. De lo contrario, la máquina modificada se considera como nueva, y la empresa usuaria debe asumir el rol de fabricante, realizando todo el proceso de evaluación de conformidad, incluyendo el procedimiento de evaluación, expediente técnico, marcado CE, declaración CE de conformidad, y manual de instrucciones.
En conclusión, la modificación de un robot colaborativo puede implicar riesgos y responsabilidades adicionales. Para garantizar la seguridad y el cumplimiento de las normativas, es crucial que las empresas consulten con el integrador antes de realizar cualquier cambio. Esta consulta asegura que la modificación esté cubierta por el marcado CE y que se mantenga la conformidad con las normativas vigentes, protegiendo así tanto a los operadores como a la propia máquina.
Qué es el Marcado CE para robots
El marcado CE es un símbolo que se coloca en los productos que se comercializan en el Espacio Económico Europeo (EEE). Este marcado indica que el producto cumple con todas las normativas de la Unión Europea en materia de seguridad, salud y protección del medio ambiente. En el caso de los robots, el marcado CE asegura que este ha sido diseñado y fabricado cumpliendo con los estándares de seguridad requeridos para su uso en el mercado europeo.
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