Cada día ocurren aproximadamente 1,000 lesiones oculares en las plantas de trabajo de los Estados Unidos. El Departamento de Estadísticas Laborales (Bureau of Labor Statistics -BLS, por sus siglas en inglés) reporta que las lesiones oculares que ocurren en el lugar de trabajo tienen un costo de más de $467 millones de dólares al año.
El noventa por ciento de estas lesiones se pueden prevenir en la medida que los trabajadores cumplan con las medidas de seguridad apropiadas. Asimismo, un aspecto importante es el uso del equipo de protección adecuado para los ojos. Un estudio reciente del BLS demostró que tres de cada cinco trabajadores lesionados no estaban usando protección de los ojos. Además, el 40% de aquellos que sí la usaban, tenían una protección que no correspondía a las condiciones de trabajo.
Existen muchos tipos diferentes de protección para los ojos. El diseño, la construcción, las pruebas y el uso de anteojos de protección deben cumplir con las especificaciones del Instituto Nacional de Normas de Estados Unidos (American National Standards Institute- ANSI) Z87.1-2010.
La Z87.1-2010 establece en términos generales la protección mínima con la cual deben contar los usuarios de estos equipos de seguridad, estableciendo parámetros de selección, cuidado, mantenimiento, uso y entornos en los cuales se debe utilizar los protectores faciales o lentes de seguridad y cuál es el tipo apropiado para cada momento.
La diferencia principal entre los lentes de seguridad y los lentes comunes es la resistencia al impacto. El estándar ANSI para lentes de seguridad obliga a que estos resistan el impacto de una bola de acero de un cuarto de pulgada (0,6 cm) viajando a una velocidad de 150 pies por segundo (45.7 metros por segundo). Los lentes de prescripción de uso normal no proporcionarán este tipo de protección.
La protección adecuada para los ojos depende del tipo de riesgo existente en el lugar de trabajo. Las lesiones a los ojos se dividen en tres categorías: físicas, químicas y térmicas.
Lesiones físicas
De acuerdo con el BLS, casi el 70% de los daños por causas físicas a los ojos son el resultado de objetos que caen, salen volando, o chispas que golpean el ojo. Otras lesiones fueron ocasionadas por objetos que columpiaban de una posición fija (ramas de árboles, cuerdas/sogas, cadenas o herramientas).
Para protegerse del riesgo de impactos fuertes es necesario usar lentes de seguridad o anteojos protectores (gafas) con lentes de policarbonato, los cuales son los más resistentes al impacto. Mientras que los anteojos protectores ofrecen una mayor protección total, los lentes de seguridad con protección lateral pueden ser la mejor opción si la labor requiere de amplia visión lateral. Los trabajadores que necesitan corrección de visión pueden comprar anteojos con lentes de policarbonato.
Las partículas pequeñas de movimiento rápido, como por ejemplo los desechos generados al lijar, moler, partir, o al realizar trabajos similares, son la causa más común de lesiones a los ojos. Una partícula que se mueve rápido, más pequeña que un grano de arena, puede llegar a causar mucho daño a un ojo sin protección. Aún las partículas pequeñas que se mueven lentamente, como por ejemplo el polvo, pueden rayar la superficie del ojo.
Si bien los riesgos derivados de la exposición a partículas rápidas exigen el uso de lentes de seguridad o anteojos protectores, debe tomarse en cuenta además la resistencia a las rayaduras. Los lentes de plástico y policarbonato son altamente resistentes a impactos. Sin embargo, son menos resistentes a rayaduras en comparación con los lentes de vidrio. La desventaja de los lentes de vidrio es que se harán pedazos ante un golpe fuerte. Algunos lentes de policarbonato cuentan con una cubierta resistente a rayaduras para protegerlos de los riesgos, tanto de golpes fuertes como de partículas finas.
Por otro lado, cabe precisar que las condiciones especiales del ambiente de trabajo determinarán la protección adecuada para los ojos. En ese sentido, las condiciones de trabajo determinarán el tipo de protección ocular que deberá seleccionarse.
Lesiones químicas
Las exposiciones químicas conforman una quinta parte de las lesiones a los ojos (BLS). El daño a los ojos debido a alcalinos o ácidos cáusticos puede ser extremadamente grave. El hidróxido de sodio (soda cáustica, lejía) empieza a destruir el tejido del ojo dentro de un décimo de segundo. Los “irritantes” químicos son menos severos. El trabajo con químicos expone a los ojos a salpicaduras, vapores, y humos. La mejor protección para los ojos al trabajar con químicos es el uso de anteojos protectores de seguridad con ventilación directa.
Los anteojos protectores de seguridad proporcionan una buena protección para los ojos contra peligros provenientes de distintas direcciones. Los ambientes extremadamente peligrosos requieren del uso de anteojos protectores con ventilación indirecta. Asimismo, resulta necesario que estén recubiertos con un agente antiempañante.
Lesiones térmicas
Un visor es la mejor protección contra el calor. Son preferibles los visores de acetato u otros visores de plástico flexible que puedan cubrir la cara y el cuello. Siempre utilice lentes de seguridad o anteojos protectores abajo del visor. Bajo un calor extremo o en ambientes de luz concentrada puede ser necesario un casco de soldador.
Fuente: División de Compensación para Trabajadores, Departamento de Seguros de Texas, EEUU.
Publicado en la Revista Seguridad Minera n°126.
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