El Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de España y el Instituto de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) publicaron una guía para la gestión y evaluación de los riesgos ergonómicos y psicosociales en el sector hotelero. Su objetivo es facilitar el desarrollo de una gestión adecuada de los riesgos ergonómicos y psicosociales habitualmente presentes en este tipo de actividades de alojamiento.
A partir de la identificación de los riesgos en el sector hotelero según las Encuestas Europeas de Condiciones de Trabajo, los expertos de la INSST aconsejan para evitar posturas incómodas y la repetitividad las siguientes medidas:
- Realizar un diseño ergonómico del puesto de trabajo, es decir, que tenga en cuenta al trabajador y las tareas a realizar, así como los equipos y herramientas que maneje y el medio ambiente en que se desenvuelva.
- Adquirir equipos de trabajo y herramientas considerando las características individuales de los trabajadores y con especial atención a las características antropométricas (por ejemplo, diámetro de empuñaduras o altura del agarre).
- Establecer una correcta organización del trabajo introduciendo pausas, variedad y alternancia de tareas, rotación de puestos de trabajo, posibilidad de cambiar de posturas, etc., especialmente cuando se tengan que adoptar posturas forzadas (en cuclillas o arrodillado).
- Evitar las restricciones de espacio en los lugares de trabajo.
Respecto a la manipulación manual de cargas y aplicación de fuerza, las recomendaciones son las siguientes:
- Reducir o rediseñar, en la medida de lo posible, la carga: peso, agarre, dimensión, etc.
- Establecer medidas organizativas para evitar en lo posible la MMC y, especialmente, que una persona sola deba mover cargas excesivamente pesadas.
- Proporcionar a los trabajadores ayudas mecánicas o medios auxiliares para facilitar el transporte de cargas (carretillas, carros, etc.).
- Establecer una correcta planificación de la tarea de almacenamiento de cargas.
- Mejorar las condiciones de trabajo teniendo en cuenta las capacidades individuales de las personas implicadas.
En cuestión de iluminación, el documento recomienda las siguientes prácticas:
- Adaptar los niveles de iluminación a las características de la zona y al tipo de tarea que se vaya a realizar.
- Favorecer, en la medida de lo posible, la iluminación natural y complementarla con iluminación artificial.
- Evitar reflejos y deslumbramientos tanto directos como indirectos: evitar superficies brillantes; emplear estores, cortinas u otros elementos que permitan regular la iluminación natural.
- Diseñar los puestos físicos de trabajo considerando las características de la instalación del alumbrado.
- Seleccionar las lámparas y luminarias en función de las condiciones lumínicas necesarias en cada zona o puesto de trabajo.
Para las relaciones interpersonales y apoyo social, las medidas apuntan a:
- Revisar el papel de los mandos respecto a sus equipos de trabajo de forma que ofrezcan: asistencia técnica y material, sensibilidad a problemáticas personales, apoyo frente a otras instancias y reconocimiento del trabajo realizado.
- Disponer del personal adecuado y suficiente para cubrir bajas, permisos y descansos.
- Proporcionar formación específica adecuada sobre el trabajo en equipo.
- Garantizar un trato justo y no discriminatorio. Establecer medidas que impidan conductas competitivas entre compañeros (sistemas de remuneración, acceso a información y formación, sistemas de promoción, etc.).
- Difundir, por parte de la dirección, una declaración pública que rechace explícitamente conductas de acoso o violencia, y establecer procedimientos internos para gestionar los posibles casos que se produzcan.
Puedes leer aquí la guía completa.
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