La compañía Kimberly-Clark, dedicada a los productos de cuidado e higiene personal y familiar, logró reducir en un 80% el nivel de riesgo en sus maquinarias mediante una metodología de gestión de riesgos (MRA) que facilita acciones como eliminación de peligros, remediación de maquinarias, implementación de ingeniería, guardas, entre otros.
Sandra Porras, líder de Salud, Seguridad y Medio Ambiente en Kimberly-Clark Perú, asegura que los programas “Regreso Seguro a Casa”, “Gestión de Riesgos en Maquinarias (MRA)” y “Haz Lo Correcto” son un esfuerzo conjunto para que los trabajadores tengan un papel activo en las políticas de seguridad ocupacional.
“Lo más importante para lograr salud y seguridad laboral es contar con el compromiso de la gente y que apliquen el método de ‘Tres responsabilidades S.O.S: verlo, adueñarse y Resolverlo’, es decir, cada colaborador cuida de sí mismo y a sus compañeros, además de buscar la solución de los problemas en el sitio, ya sea reportando al instante a un supervisor o arreglándolo por su cuenta, si este fuera sencillo”, explica Porras. “Esto se complementa con el programa ‘Haz Lo Correcto’ que refuerza nuestro compromiso con nuestros colaboradores y sus familias, ya que al pensar en nuestros seres queridos como principal motivador, nuestro trabajo será realizado cuidándonos con el fin de regresar cada día seguros a casa”.
La empresa también realiza entrenamientos periódicos tanto a personal de Kimberly-Clark como a trabajadores tercerizados y contratistas en materias de seguridad comportamental, gestión de riesgos, brigadas de emergencia, uso de montacargas, seguridad en la maquinaria y tareas de alto riesgo, que implica trabajos en altura, en caliente, en espacios confinados, en seguridad eléctrica, levantamiento de cargas, entre otros; y medio ambiente que engloba gestión de químicos, gestión de residuos, manejo de emisiones atmosféricas y gestión de aguas, etc.
“Las capacitaciones se ejecutan según las necesidades como identificación de peligros, riesgos latentes e incidentes, y se priorizan las actividades clasificadas como ‘alto riesgo’. Ninguna persona puede realizar una tarea sin ser apta para la misma, y la carga horaria de capacitación depende del tipo de entrenamiento; es decir, puede variar desde 1 a 60 horas”, concluyó Gabriel Fernández, gerente de Operaciones de Planta Santa Clara.
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