Los empleadores tienen la responsabilidad de monitorear y registrar la exposición de los trabajadores a sustancias químicas peligrosas para asegurar su salud y seguridad, evitando que la exposición supere los límites establecidos y los criterios de evaluación ambiental laboral. A partir de los datos obtenidos, hay la responsabilidad de atender los que puedan representar riesgos para la salud.
De acuerdo con la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), es importante medir las concentraciones de sustancias químicas peligrosas en el aire, especialmente en áreas de trabajo donde la inhalación podría ser riesgosa para los empleados. Estas mediciones son necesarias cuando otras técnicas no proporcionan una estimación precisa del riesgo de exposición o para evaluar la efectividad de las medidas de control existentes.
Para llevar a cabo evaluaciones de riesgos, se pueden utilizar diversos enfoques, como la información sobre riesgos proporcionada en las hojas de seguridad, estimaciones de exposición basadas en métodos de trabajo, recomendaciones de proveedores, experiencias pasadas en el lugar de trabajo y controles de calidad simples. Estos últimos pueden implicar el uso de dispositivos como tubos fumígenos para evaluar la ventilación y lámparas para detectar polvo en el aire.
La decisión de implementar programas de medición de contaminantes en el aire debe basarse en factores como la gravedad de la exposición y la confiabilidad de las medidas de control existentes. Si es necesario llevar a cabo mediciones para ciertas sustancias químicas, se recomienda utilizar planes de vigilancia como enfoque preferido.
Cómo deben ser los planes de vigilancia
El organismo internacional precisa que los programas de este tipo deberían:
a) garantizar que se proteja de modo adecuado la salud de los trabajadores;
b) garantizar que las medidas de prevención de riesgos previamente adoptadas conserven su eficacia;
c) garantizar que los niveles de exposición permanezcan invariables o disminuyan con respecto a mediciones que se hayan efectuado en ocasiones previas;
d) garantizar que ningún cambio introducido en los procesos de fabricación o en los métodos de trabajo implique una exposición excesiva a productos químicos peligrosos, y
e) fomentar la aplicación de medidas de prevención más eficaces.
Recuerda que la vigilancia de las concentraciones de productos químicos en suspensión en el aire del medio ambiente debería estar a cargo de un personal experimentado y dotado de los equipos y de la formación técnica apropiados.
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