El liderazgo en cuestiones de seguridad ofrece una gran ventaja para la adopción de las políticas de seguridad laboral en todos los niveles de la empresa. Usualmente toda la responsabilidad recae en los especialistas en salud, seguridad y medioambiente (SSMA), pero lo ideal es que todos colaboren con la prevención de accidentes. En este sentido, el liderazgo no solo debe enfocarse en la productividad, sino también en el compromiso por la seguridad de todos los empleados.
El grupo de trabajo ICSI «Leadership in safety» organizó un debate con los responsables de operaciones de mantenimiento pesado (fuera de producción), jefes de proyecto, directores de unidades especializadas en esta actividad e incluso responsables de empresas proveedoras de servicios para determinar las pautas del liderazgo según un enfoque de seguridad laboral.
Si bien no hay una visión de seguridad específica a la parada de mantenimiento, se recomienda adaptar la visión de seguridad de la unidad a la especificidad de la parada y es necesario garantizar la divulgación de los objetivos y principios de acción para que sean accesibles a todos.
El grupo coincide en afirmar que la seguridad se decide, primero, en la fase de preparación. Es esencial que los especialistas en seguridad se integren muy temprano en el equipo de la parada de mantenimiento y colaboren estrechamente con los responsables técnicos y el equipo de supervisión. A esto se suma una información de calidad y una buena acogida a las empresas proveedoras acerca de los riesgos específicos sobre el terreno es una etapa esencial.
Además, la comunicación con los proveedores no debe limitarse a la mera información, aunque sea recíproca, sobre los objetivos, riesgos, paradas o medios logísticos. Los proveedores deben poder transmitir sus experiencias y su saber hacer, discutir propuestas para que las decisiones de los responsables de la operación y las opciones técnicas elegidas favorezcan lo más posible la calidad y la seguridad.
Otro aspecto clave del liderazgo en seguridad es la presencia del jefe de mantenimiento y de sus colaboradores sobre el terreno, lo que debe complementarse y reforzarse con la implicación de representantes de la dirección de la unidad y de las empresas proveedoras.
«El posicionamiento natural del jefe de mantenimiento es el control de plazos y costes, su credibilidad en el ámbito de la seguridad exige particular atención a todas las visitas al terreno y un rigor personal en el cumplimiento de las normas. Ha de ser inflexible en el respeto de la legislación laboral, por ejemplo, con respecto a la duración del trabajo, y ha de saber liberar tiempo para tratar los problemas de seguridad», precisa el grupo de Leadership in safety.
Finalmente, los criterios de evaluación deben ser compartidos y conocidos por todos. La sanción directa (prohibición de acceso) de un empleado de una empresa proveedora por parte de la empresa contratante debe reservarse a las situaciones de puesta en peligro voluntaria o consciente. En caso de infracción, la llamada al orden se dirigirá inicialmente a los superiores de dicho empleado para evitar tensiones innecesarias.
- Cómo garantizar la seguridad en trabajos en altura - 19 noviembre, 2024
- Importancia del examen de suficiencia médica para trabajos en altura - 19 noviembre, 2024
- Vibración en el trabajo: qué saber del impacto y prevención - 17 noviembre, 2024
Deja una respuesta