La ONU advierte que más de una de cada cinco personas ha sufrido violencia en forma de acoso físico, psicológico o sexual en el trabajo, siendo las mujeres más afectadas de manera desproporcionada. La exposición variará según la edad y condición de las víctimas. Las mujeres jóvenes, por ejemplo, tienen el doble de probabilidades que los hombres jóvenes de haber sufrido violencia y acoso sexual, mientras las migrantes tienen casi el doble de probabilidades que las no migrantes de denunciar violencia y acoso sexual.
Las Coaliciones de Acción sobre Violencia de Género y Justicia y Derechos Económicos están comprometidas a combatir y eliminar la violencia y el acoso de género en el lugar de trabajo mediante el desarrollo de estrategias, políticas, e iniciativas en línea con los estándares globales. En una reciente publicación, la organización presentó cuatro acciones clave para impulsar cambios en el lugar de trabajo.
Desarrollo de políticas para combatir el acoso laboral
En junio de 2019, la Conferencia Internacional del Trabajo dio un paso histórico con la adopción del Convenio núm. 190 de la OIT, un tratado que reconoce el derecho universal a un entorno laboral libre de violencia y acoso. Hasta octubre de 2023, 32 países han ratificado este convenio, obligándolos a establecer leyes y políticas para erradicar la violencia y el acoso en el trabajo, incluso en sectores informales. Organizaciones civiles están liderando el camino, instando a los gobiernos a implementar este convenio y creando conciencia a través de la campaña #RatifyC190. Los empleadores también tienen un papel crucial: deben proteger a sus empleados mediante políticas claras que fomenten ambientes seguros y de apoyo. En este sentido, la Ley de Acoso Sexual de Mujeres en el Lugar de Trabajo de la India sirve como un ejemplo notable de una política integral respaldada por sanciones rigurosas.
Creando lugares de trabajo seguros a través de la colaboración
La colaboración entre gobiernos, empleadores, trabajadores y organizaciones civiles es esencial para crear entornos laborales libres de violencia contra las mujeres. Iniciativas como «Una de cada tres mujeres» de la Fundación Kering han establecido una red europea que comparte mejores prácticas y recursos para apoyar a las sobrevivientes. Esta colaboración multidisciplinaria también aborda las normas sociales nocivas que perpetúan la violencia de género, incluida la violencia doméstica, afectando a las mujeres trabajadoras.
Investigación sobre violencia de género en el trabajo
La investigación y la recopilación de datos son fundamentales para la prevención y respuesta a la violencia de género. Estudios de la OIT han revelado que las pérdidas económicas debido al acoso y la violencia en el trabajo representan un porcentaje significativo del producto interno bruto nacional. La reticencia a denunciar abusos debido al estigma y la aplicación insuficiente de las leyes son obstáculos importantes. Estos datos son vitales para comprender la magnitud del problema y guiar las políticas y prácticas futuras.
Empoderamiento de los trabajadores mediante el desarrollo de capacidades
Los gobiernos y empleadores deben fortalecer políticas y programas basados en el género, promoviendo la representación de las mujeres en la toma de decisiones. La Ley Micaela en Argentina, que imparte capacitación en género para empleados estatales, y programas como el liderado por el grupo hotelero Accor son ejemplos destacados. Estas iniciativas no solo combaten la violencia y el acoso sexual, sino que también empoderan a los empleados, proporcionándoles las herramientas para avanzar en sus carreras, independientemente de su género.
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