Para cuidar el talento humano es necesario asegurar condiciones adecuadas para su desempeño y evitar la proliferación de diferentes trastornos como el estrés, el síndrome burnout, acoso laboral, entre otros.
En este sentido, el cuerpo envía alertas rojas a través de una serie de síntomas que no deben pasarse por alto. Tome nota:
1. No puede dormir
La gente no puede dormir o no puede quedarse dormida porque su mente está acelerada. Se despiertan en medio de la noche pensando en su lista de tareas pendientes. Unas cuantas noches inquietas no es un gran problema, pero si se convierte en un patrón, puede ser una señal de que el estrés en el trabajo se ha vuelto tóxico.
2. Tiene dolores de cabeza
Los músculos se tensan para proteger al cuerpo de lesiones. Cuando vea su lugar de trabajo como una zona de peligro, los músculos se tensarán, de acuerdo con la Asociación Americana de Psicología.
La tensión crónica en el cuello, los hombros y la cabeza puede derivar en dolores de cabeza y migraña. El estrés crea síntomas fisiológicos, y eso se manifiesta como dolor.
3. Sus músculos dolerán más de lo normal
Cuando tu trabajo es tóxico, puede sentir que está luchando contra un tigre salvaje en su escritorio. Bajo una amenaza percibida, el cerebro inundará al sistema con adrenalina y otras hormonas del estrés.
Si sus hombros se encorvan y tienes la mandíbula apretada, podría ser una señal de que el trabajo está afectando tu salud.
4. Pierde interés en el sexo
Cuando llevas su trabajo a casa sus relaciones pueden sufrir las consecuencias. La Asociación Americana de Psicología señala que cuando las mujeres tienen que lidiar con el estrés profesional, por encima de sus gustos personales, puede reducir el deseo sexual.
Para los hombres, el estrés crónico puede resultar en una menor producción de testosterona, lo que a su vez conduce a una menor libido. “Tiene que haber una cierta relajación para permitir que surja la sensación de excitación”.
“Luego está el factor tiempo. La gente dice que no tiene suficiente tiempo para tener relaciones sexuales“, apuntó.
5. Su salud mental empeora
El aumento del estrés puede exacerbar los problemas de salud mental existentes. Si siente que su jefe siempre está tratando de atraparte, tu salud mental paga un precio. Un análisis de 2012 vinculó las percepciones de la injusticia organizativa con las quejas de salud de los empleados, como comer en exceso y la depresión.
Kevin Kelloway, investigador de la facultad de Psicología de Salud Ocupacional en la Universidad de St. Mary’s, en Canadá, comentó que un trato injusto en el trabajo puede causar estrés excesivo.
La injusticia es un factor estresante particularmente tóxico porque golpea “en el centro de lo que somos”. “Cuando me tratas injustamente, atacas mi dignidad como persona, diciendo esencialmente que no merezco un trato justo o que me traten igual que a los demás”, agregó.
6. Se enferma más de lo normal
Si siente que tiene más resfriados de lo normal, considera el trabajo como el origen de este mal.
Investigaciones han mostrado que el estrés crónico puede comprometer al sistema inmunológico, haciéndolo más susceptible a las enfermedades.
7. Se cansa muy fácil
La fatiga es un cansancio profundo, que ni la siesta ni dormir el fin de semana por más tiempo puede curar.
Las investigaciones señalan que “no hay una manera determinada de que las personas reaccionen ante un lugar de trabajo tóxico”, pero que la fatiga está en el rango de los síntomas físicos que los empleados pueden sentir.
Los trabajos tóxicos pueden crear un ciclo que nos drena. Se siente abrumado, porque trabaja demasiado y trabaja demasiado porque se siente abrumado.
8. El estómago se lo cobra
La indigestión, el estreñimiento y la hinchazón pueden asociarse con el estrés, porque el estrés afecta lo que digiere el intestino y también puede cambiar nuestra bacteria intestinal, que a su vez afecta nuestro estado de ánimo. Es por eso que puedes experimentar dolores de estómago cuando está molesto.
9. Su apetito cambia
El apetito está estrechamente vinculado al cerebro. El departamento de salud de Harvard informó que con un estrés agudo tendrá una lucha que libera adrenalina y esto provocará en su cuerpo que suprima la digestión para enfocarse en salvarse de algo peligroso percibido.
Sin embargo, bajo el estrés a largo plazo, las glándulas suprarrenales de tu cuerpo liberan y forman cortisol, una hormona que puede aumentar el hambre. Cuando su trabajo está causando angustia emocional a largo plazo, lo más probable es que recurras a la comida para tratar de suplir esto.
Harvard también informó que comer alimentos azucarados puede mitigar las respuestas y emociones relacionadas con el estrés, por lo que a menudo se los considera alimentos reconfortantes, pero ese es un hábito poco saludable que debe evitar.
Fuente: televisa.com
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