Es importante establecer el perímetro de las instalaciones aprovechando límites naturales, vallas, verjas y muros. Existen muchos tipos de vallas: cercas de madera, alambradas, vallas alambre de espino, vallas electrificadas. Asegúrese de que la valla que rodea la propiedad es adecuada para su fin. Las vallas impiden la entrada de intrusos y de animales salvajes y la salida del ganado. Tenga en cuenta que:
- el revestimiento de algunas cercas de madera puede ser peligroso (compruebe que está autorizado por la autoridad competente);
- si coloca la valla usted mismo, debe tomar las medidas necesarias para no hacerse daño con los trozos de alambre que puedan saltar, especialmente a la cara y los ojos;
- si utiliza alambre de espino, debe advertirlo mediante la señalización adecuada para evitar que alguien se haga daño al intentar entrar;
- si utiliza vallas electrificadas, señalícelas claramente a intervalos regulares.
También se puede optar por un vallado natural con arbustos y otras plantas, como los setos. Otra manera de proteger las instalaciones de intrusos y animales salvajes es adquirir un perro guardián, que además protegerá el ganado. Asegúrese de que el perro está adecuadamente adiestrado.
Si en la instalación hay mucho tráfico, deberá:
- controlar el acceso y programar las entradas autorizadas;
- en la medida de lo posible, mantener los vehículos separados de los peatones para evitar accidentes;
- instalar señales de seguridad que se entiendan fácilmente;
- indicar las entradas y las salidas de la explotación;
- usar rotondas o un sistema de sentido único para reducir la necesidad de que los vehículos den marcha atrás;
- instalar espejos o cámaras para mejorar la visibilidad.
Si la instalación se encuentra en una zona donde se suelen producir corrimientos de tierras o caídas de árboles, tal vez necesite completar la valla con una zanja o equipar los vehículos con estructuras protectoras contra la caída de objetos, dependiendo del nivel de riesgo.
Puede plantearse la posibilidad de crear una zona de seguridad alrededor de la explotación, para evitar que un incendio pueda alcanzar sus instalaciones. Por lo general, los materiales que se utilizan para el aislamiento son muy inflamables, por lo que se han de sopesar sus ventajas y la probabilidad y las consecuencias de que prendan y faciliten la propagación de un incendio.
En las explotaciones agrícolas se suelen producir accidentes por derrumbes de muros o estructuras. Cuando se trata de una explotación antigua y con problemas estructurales, conviene pedir asesoramiento especializado y adoptar las medidas adecuadas.
Evite usar estructuras o protecciones temporales, pues pueden derrumbarse y causar lesiones graves. Las estructuras de muchas explotaciones son antiguas, por lo que, cuando se trabaja en las cubiertas, se han de adoptar precauciones extremas. Es posible que las cubiertas se derrumben total o parcialmente bajo el peso de una persona. Por la misma razón, puede ser peligroso añadir anexos a estructuras existentes.
No subestime los daños que pueda haber en muros o edificios y no posponga sus reparaciones, pues pueden degradarse rápidamente y desembocar en accidentes graves.
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