El Instituto de Salud Pública de Chile publicó la guía «Gestión del tiempo. Una herramienta para mejorar nuestra productividad y calidad de vida». Por gestión del tiempo, según el documento, debe entenderse como el reparto adecuado del tiempo de trabajo de una persona en las distintas tareas que tiene que acometer. Dicha gestión permite administrar la jornada laboral de manera que se obtenga la mayor productividad posible, priorizando las tareas de acuerdo a su importancia y a su impacto en el logro de los objetivos planteados.
Una correcta gestión del tiempo pasa por definir claramente los objetivos del equipo de trabajo, determinar que tareas se requieren para alcanzarlos, definir un programa de actividades o plan de trabajo, planificar la realización de las tareas y priorizar según los objetivos. Además, las tareas deben clasificarse en urgentes, de ejecución inmediata, e importantes, que guardan relación con los objetivos, resultados y eficacia en el largo plazo.
En la planificación diaria, semanal o mensual, lo primero que se ha de hacer es fijar un tiempo para las tareas importantes, y las otras tareas se realizan en el tiempo restante. El problema se suscita cuando las tareas no se realizarán según su prioridad.
«Para aumentar nuestra productividad es importante identificar qué actividades son más importantes para su trabajo y contribuir a alcanzar los objetivos de la organización. [Además] la Gestión del Tiempo se trata de concretar lo que es más importante, en un tiempo adecuado y sin interferir en la calidad de nuestros productos o servicios», concluye la guía. «Hacer bien lo que es necesario hacer para lograr lo que se quiere lograr en el plazo previsto, no sólo es una prioridad en cualquier trabajador, es la principal de las tareas y la más complicada».
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