Escrito por Guy Ryder. En un reciente informe de la OIT , se estima que unas 500 000 personas en edad de trabajar morirán en 2020 debido a enfermedades relacionadas con el VIH. Además, la mayoría de esas personas perecerán poco antes de los 40 años, es decir, normalmente en su etapa de máxima capacidad laboral productiva. Por consiguiente, no se trata solo de un costo humano; el perjuicio a las empresas y economías puede medirse en miles de millones de dólares.
Y, sin embargo, ello es perfectamente evitable. El primer paso es someterse a una prueba de detección. El lema del Día Mundial del SIDA 2018 – conozca su estado serológico – es un recordatorio oportuno.
Realizar pruebas de detección del VIH en los lugares de trabajo surte efecto y salva vidas. Gracias a la Iniciativa de la OIT para ofrecer asesoramiento y pruebas de detección del VIH voluntarias a todos los trabajadores (VCT@WORK), más de cuatro millones de trabajadores ya han realizado estas pruebas y más de 100 000 han obtenido asesoramiento para recibir tratamiento antirretroviral. Ello demuestra claramente que los centros de trabajo resultan fundamentales para ampliar el acceso a estos servicios a quienes no están cubiertos adecuadamente.
Otro factor alentador es que la gama de opciones para realizar las pruebas de detección está aumentando. Por ejemplo, ahora existen dispositivos de autodiagnóstico del VIH; y la OIT y la OMS están difundiendo una nota sobre la política de autodiagnóstico del VIH en los centros de trabajo.
Una política eficaz sobre el VIH en el lugar de trabajo, que garantice la no discriminación e incluya acuerdos de colaboración con instalaciones de salud locales, es esencial para lograr que estas pruebas de detección tengan efectos positivos.
Un 25 por ciento de las personas que viven con el VIH en todo el mundo desconocen su situación. No sea una de ellas.
Cuide su salud. Hágase la prueba. No se quede atrás.
Fuente: Guy Ryder, Director General de la OIT.
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